jueves, 27 de septiembre de 2007

DESTITUIDO EL DIRECTOR DE LA POLICÍA NACIONAL CIVIL

Julio Hernández pierde cargo, por responsabilidad institucional en muerte de cinco jóvenes
Por: Prensa Libre
El viceministro de Gobernación, Vinicio Gómez, y la ministra Adela Camacho de Torrebiarte, responden a los periodistas, durante la conferencia de prensa. Foto Prensa Libre: Émerson Díaz.

Para atenuar la crisis institucional que generara la detención de dos agentes acusados de haber ejecutado extrajudicialmente a cinco vecinos de El Gallito, Adela Camacho de Torrebiarte, ministra de Gobernación, destituyó ayer a Julio Hernández Chávez, director de la Policía Nacional Civil (PNC).

La ausencia de la ministra en la conferencia de prensa del martes último, en la que el ahora ex director de la Policía dio explicaciones sobre el quíntuple crimen perpetrado, supuestamente, por agentes, dio la primera señal de alarma.

Aunque ayer por la mañana Hernández mantenía que no renunciaría al cargo porque “era una cobardía”, todo cambió después de haberse reunido, al mediodía, con la plana mayor de Gobernación.

En los pasillos del Ministerio corrió el rumor de que el presidente Óscar Berger había pedido su cabeza. Aunque la ministra no quiso confirmar ese comentario, explicó que la remoción de Hernández fue una decisión que tomaron, en conjunto, él, ella y el gobernante.

La funcionaria aseguró que el ahora ex director de la Policía no tiene nada que ver en el crimen, pero que “se le pidió la renuncia para que no haya dudas sobre la investigación, ya que los detenidos eran parte de su escolta”.

Quince minutos después de la comparecencia pública de la ministra, Hernández se presentó ante los periodistas, en la Dirección General de la Policía, junto con los altos mandos de la institución.

“Con el objeto de que la investigación se efectúe con mayor transparencia, y para no dañar más la imagen de la Policía, a la cual he servido por más de 25 años, y para no generar desgaste político a las autoridades de gobierno, tomé la decisión de retirarme”, afirmó Hernández.

El ex funcionario dijo que éste ha sido un duro golpe para su honorabilidad, y, más aún, para la institucionalidad de la Policía.

“Pareciera que estas acciones han sido intencionadas, para dañar gravemente el proceso de depuración policial, pero me voy tranquilo, porque no he cometido ningún delito”, concluyó.

Tras un escueto mensaje, se levantó, estrechó la mano de su sustituto temporal en el cargo, el director adjunto Henry López, al tiempo que sus subalternos se cuadraban ante él, y se retiró sin responder las preguntas de los reporteros.

El inspector Wilson Tobar y el agente Sabino Ramos, capturados el martes último, pertenecían al Grupo de Acción Rápida, y habían sido asignados como seguridad del ahora ex director, luego de la reciente destitución de 932 efectivos, de los cuales, 28 eran altos mandos de la PNC.

Esos despidos le generaron numerosos enemigos y amenazas a Hernández, por lo que pidió ocho agentes bien entrenados. Dentro de este grupo llegaron, hace dos meses, los hoy acusados de ejecución extrajudicial.

Esto hace pensar a Hernández que el crimen fue una conspiración, lo cual no descartó De Torrebiarte, ya que, según dijo: “Todo se hizo de forma demasiado evidente, para que los agarraran”.

Algunos de los 28 altos mandos destituidos el 24 de agosto último habían sido señalados de tener vínculos con el narcotráfico, a cambio de suculentas cantidades de dinero. Por ello no se descarta que el crimen haya tenido que ver con “un mal negocio en El Gallito”.

Un crimen imperfecto

La pregunta que todos se hacían el martes último, al enterarse de cómo, supuestamente, habían ejecutado los policías a los cinco jóvenes de El Gallito, era: ¿Cómo se puede planificar tan mal un crimen?

Los agentes fueron dejando pistas por todos lados, para “facilitar su detención”.

El punto principal de ese argumento es que cuando los dos policías firmaron el pase de salida en el autopatrulla en el que, presuntamente, cometieron el crimen, dejaron el primer indicio de su participación.

En lugar de ir a secuestrar a las víctimas por la noche, lo hicieron a plena luz del día y con la cara descubierta.

Se las llevaron delante de su familia, con lo cual permitieron que testigos vieran el número del vehículo.

En ningún momento intentaron desactivar el Sistema de Posicionamiento Global, a pesar de ser conscientes de que con ello se podía seguir sus movimientos.

Otra de las dudas es por qué, si normalmente cuando intentan entrar en El Gallito son recibidos a balazos, esta vez ingresaron tranquilamente y sin que se diera un enfrentamiento. ¿Quién los protegió o les dio vía libre en ese barrio?

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Entrevista

“Si uno plancha, se va, pero yo no he planchado”

Julio Hernández Chávez no podía disimular la tristeza y el nerviosismo al salir del cargo, lo cual se hizo público ayer por la tarde.

Durante la entrevista que concedió a Prensa Libre, después de que se anunciara su destitución, la voz se le entrecortó varías veces y se le humedecieron los ojos.

“Yo sólo le pido a mi familia y a mis amigos que sigan confiando en mí, en que soy una persona honrada, como se los he demostrado durante toda mi vida”, expresó.

Aseguró que es muy difícil luchar por una institución donde hay tanta gente vulnerable a ser tocada por el crimen. “Estoy seguro de que este golpe no estaba dirigido a mí, estaba dirigido a desestabilizar, una vez más, la institución”, aseveró.

“El tiempo trae la verdad, y yo espero que sea lo antes posible, pues yo soy el más interesado en que se llegue hasta el final de este caso. Ya he hablado con el Fiscal para ir a declarar”, añadió.

Comentó que es probable que algunos de los altos cargos de la Policía que han sido depurados recientemente hayan tenido algo que ver con ese crimen. “Los que se han ido durante mi gestión se ha ido con causa justificada, todos estaban involucrados en actos reñidos con la institución o con la ley, así que estoy muy tranquilo”.

Añadió: cuando “uno plancha, saludo uno, saludo dos, y después se va. El problema es que yo no he planchado, no he cometido ningún error. He aceptado presentar la renuncia para no perjudicar a las autoridades de Gobernación y a la institución”.

Hoja de vida

Estos son algunos aspectos de la hoja de vida de Julio Hernández Chávez, ex director de la Policía.

Edad: 42 años.

Grado profesional: licenciado en criminología. Grado policial: comisario general de carrera.

Tiempo de servicio: 25 años.

Cargos desempeñados: subdirector general de personal, subdirector general de operaciones, subdirector general de seguridad pública y director general adjunto.

Recibió capacitación en Centroamérica, España y Bolivia.

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