lunes, 19 de noviembre de 2007

DEMANDAN ACCIÒN ANTE CRISIS

El último aumento del petróleo desnuda realidad
Por: Prensa Libre


Negociaciones van, subsidios vienen, y la crisis que genera el alza de los hidrocarburos parece no tener solución. La historia no es nueva para los guatemaltecos, pues cada aumento repercute en el encarecimiento de la canasta básica, la energía eléctrica y el transporte urbano.

El viernes recién pasado, el precio del llamado “oro negro” volvió a alcanzar los US$95 por barril en Nueva York, una cifra muy cercana a la de 1981, cuando se inició la guerra entre Irán e Irak.

Hace algunos días, el barril de petróleo llegó al borde de los US$100, precio que se ha cuadruplicado en cinco años por efecto de las guerras, tensiones geopolíticas en países productores, la especulación y el desenfrenado consumo energético en China e India.

En Guatemala, dependiente de los hidrocarburos en extremo, se escuchan voces de alerta sobre una crisis anunciada desde 1998, que ha costado unos tres mil 254 millones en subsidios a la energía eléctrica y el transporte público.

Analistas, empresarios y transportistas coinciden en que los últimos gobiernos no tomaron decisiones, que ahora requieren al menos cinco años para comenzar a dar frutos.

Barril sin fondo

Las alzas más recientes abren una nueva cuenta para el Estado que, ya el viernes recién pasado, acordó sumar Q20 millones alsubsidio para el transporte urbano, en los próximos dos meses.

En cuanto al consumo de energía eléctrica, otros Q120 millones servirán para evitar que unas 360 mil personas amparadas bajo el esquema de la Tarifa Social (TS) tengan aumentos desmedidos de aquí hasta enero del 2008.

Para quien posee vehículo, el aumento de los combustibles sobrepasa ya el 4 por ciento, lo que acerca el galón a Q30. En cuanto al gas propano, el aumento oscila entre los Q8 y los Q50 por cilindro, según la presentación y el expendio.

Los efectos no acabarán ahí. Según la última encuesta de Expectativas de Inflación del Sector Privado, realizada por el Banco de Guatemala, el precio del petróleo tendrá un impacto considerable en el bolsillo del consumidor en diciembre. Hasta octubre último, la inflación acumulada alcanzó 10.7 por ciento.

Presión externa

“Desde cualquier ángulo que se le vea, son malas noticias”, afirma Hugo Maúl, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

Aunque reconoce que “el manejo del Gobierno es limitado”, debido a que las causas del alza son externas, considera que los ajustes que podrían efectuarse son resultado de “no haber tomado decisiones en el pasado”.

Édgar Navarro, presidente del Administrador del Mercado Mayorista (AMM), donde compran y venden energía los grandes consumidores, advirtió que en el sector eléctrico, lo que primero ocurrirá es una crisis de precios en el 2008 y, más adelante, faltará el suministro de energía.

Lo que no se ha hecho

Luis Ortiz, ex ministro de Energía y Minas, acepta que la falta de diversificación de la matriz energética nacional agudiza los efectos internos.

Tanto Ortiz como Navarro coinciden en que la generación a través de hidroeléctricas y geotermia son la opción para Guatemala. Sin embargo, en ambos casos, si se concreta una inversión, pasarán varios años antes de generar el primer kilovatio. La conclusión de Navarro es: “El Gobierno ha sido tibio en el impulso de la energía renovable”.

Etanol sigue esperando

En cuanto a las alternativas a los combustibles para vehículos, como el etanol, tampoco se registran avances.

En el 2005, el Ministerio de Energía y Minas impulsó una legislación en el Congreso que permitiría la mezcla de etanol con gasolina. La propuesta quedó engavetada, porque no coincidieron los intereses de los productores y las importadoras. Pero la iniciativa ha sido incluida otra vez en la agenda del Legislativo.

Fausto Velásquez, gerente de Ventas de Shell en Guatemala, afirmó que los importadores respetarán la ley, pero que abogan por el libre mercado en la compra, venta e importación de los biocombustibles.

Opinó que es mejor la opción de los biocombustibles de segunda generación, porque provienen de desechos y no afectan el precio de alimentos, como el maíz.

La reconversión de la infraestructura para usar etanol también llevaría tiempo. A Colombia le tomó cinco años, explica Velásquez.

Subsidios

Pese a los constantes altibajos de los derivados del petróleo, para los analistas parece menos aconsejable continuar por la vía de los subsidios.

Maúl considera que es un mensaje errado que el Estado pague a los afectados por el alza del petróleo.

Navarro pide que el subsidio a la energía se focalice solo en los más pobres y que se refleje en el presupuesto nacional. Hoy lo otorga el Instituto Nacional de Electrificación y alcanza, desde 1998, los Q2 mil 500 millones que debieron destinarse a inversión en el área rural.

Luis Gómez, vicepresidente de la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos, opina que es necesario caminar hacia una tarifa transparente que refleje los costos del servicio al usuario.

“Si hace 11 años hubiéramos comenzado a trasladar, al menos 15 centavos al año, el ajuste a la tarifa no sería tan dramático”, afirma Gómez, quien estima que de 1999 a este año habrían recibido unos Q754 millones, como subsidio directo.

La ministra de Energía y Minas, Carmen Urízar, dijo hace algunos días que su despacho impulsa una campaña de ahorro, tanto en combustibles como en energía eléctrica. También la Política Energética y Minera, presentada por Urízar, plantea modernizar la legislación para el sector eléctrico y los hidrocarburos, a fin de avanzar en los cambios del sector.

Quitar impuestos

Respecto de la posibilidad de eliminar el impuesto a la distribución de los combustibles, los consultados opinan que sería insuficiente y con un efecto de muy corto plazo.

Maúl, Ortiz y Velásquez coinciden en que la rebaja sería trasladada de inmediato al consumidor. Sin embargo, el efecto duraría el tiempo que tarde en aplicarse un nuevo aumento, si el petróleo no cede.

Para la gasolina superior, el impuesto es de Q4.70 por galón; para la regular, Q4.60 y para el diésel, Q1.30, que hasta octubre de este año sumaban Q1,662.2 millones entre los tres combustibles.

Experto: “Las opciones son limitadas”

Según Raúl Mecau, consultor de empresas en Latinoamérica y profesor de la Escuela de Negocios Aden Business School en Guatemala, las opciones son pocas, pero claras.

¿Cuánto hay aún de especulación en la demanda actual?

Las estimaciones al respecto, cuando el petróleo estaba en US$75 el barril, situaban la especulación entre US$5 y US$10. Es muy probable que los valores no hayan cambiado sustancialmente y, en caso extremo, esté en US$15.

¿Cuál sería una estrategia exitosa para Guatemala?

En realidad, frente a esta situación las alternativas disponibles son una restricción del mercado a través de mayores precios o restricciones en las cantidades. La combinación de medidas implica un gasto fiscal (subsidios), que no siempre es sostenible en el tiempo y tiene el inconveniente de dar una señal equivocada al mercado. Es decir, bajar artificialmente el precio es dar señal de abundancia, cuando en realidad debería darse una de escasez.

¿Hay opciones en el largo plazo?

En el largo plazo, la cuestión pasa por reemplazar el combustible fósil por otro tipo de energías, como la hidroeléctrica, nuclear, eólica, etcétera. Generalmente esto lleva mucho tiempo y el costo no es bajo. Las perspectivas para economías pequeñas y dependientes del petróleo no son muy prometedoras.

¿Qué le queda al consumidor final?

Para los consumidores puede pensarse en buscar alternativas de artefactos, carros y otros que sean ahorradores de energía. Aparte de esto, no queda nada más para el consumidor.

Abastecimiento: Chávez, ¿opción salvadora?

Al consultar sobre si la negociación con el presidente venezolano, Hugo Chávez, sería una opción para bajar el precio de los combustibles para el próximo gobierno, las opiniones son claras.

“Si Chávez nos da a mitad de precio el combustible o nos lo regala”, entonces vale la pena. Pero si sólo es un crédito blando no es opción”, sentencia Hugo Maúl, del CIEN.

El ex ministro de Energía y Minas, Luis Ortiz, explica que lo que Venezuela ofrece es un préstamo en condiciones blandas a 20 años, “pero nunca quisieron negociar el precio”.

Guatemala importa derivados de petróleo de más de 10 países. Según la ministra de Energía y Minas, Carmen Urízar, hasta octubre de este año la factura petrolera del país sobrepasaba los US$1 mil 500 millones, todo un record, impulsado por las alzas petrolíferas en los mercados internacionales.

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