lunes, 19 de noviembre de 2007

PIRATAS ACECHAN LA FLOTA PESQUERA DEL PACÌFICO

Banda es responsable de recientes atracos a barcos en alta mar
Por: Prensa Libre

Los dos barcos de esta imagen fueron saqueados por los ladrones hace dos semanas y se calcula que la banda se llevó más de Q100 mil en mercancía. (Foto PL: Oscar Estrada).

Una banda de delincuentes amenaza, desde hace algunas semanas, las costas del Pacífico, a fin de saquear los barcos pesqueros que se dirigen a puerto cargados de mercancía. En el último mes se han producido cinco atracos en alta mar, mientras que las autoridades navales admiten no tener capacidad para responder ante ese peligro.

Una cadena de atracos a barcos pesqueros ha generado zozobra entre los marineros de la zona del Pacífico, quienes dependen de esta actividad, como la principal fuente de subsistencia.

De acuerdo con los datos reportados, en un mes se han cometido cinco atracos en alta mar, los cuales se traducen en pérdidas de varios miles de quetzales para esta industria.

La Base Naval del Pacífico, encargada de brindar seguridad en esta costa, admite que no tiene capacidad de reaccionar ante esas amenazas, mientras los pescadores sienten temor de lo que pueda suceder en el mar. Si eso ocurre con ellos, quién garantiza que los barcos de carga o los yates no sean los próximos objetivos de los delincuentes, y nadie podrá protegerlos.

En aguas de nadie

A diferencia de la costa Atlántica, en la que Guatemala posee una franja muy angosta de territorio y donde comparte la custodia con las autoridades de Belice y Honduras, la costa del Pacífico es agua de nadie.

Se trata de un litoral de 245 kilómetros desde la frontera con México hasta la de El Salvador, en donde el paso de ilegales, el tráfico de droga y el contrabando ocurren ante la pasividad de las autoridades.

A esta lista hay que sumar los saqueos a los barcos pesqueros. El primer atraco ocurrió hace aproximadamente 20 días cuando, pasada la medianoche, tres individuos asaltaron un barco frente a las costas de Iztapa, Escuintla.

Un marinero de la Cooperativa de la aldea Hawai, en Santa Rosa, recuerda que esperaban la marea alta para poder dirigirse hacia el puerto, cuando oyeron que les gritaban que se trataba de un asalto.

“Nos despertaron tres delincuentes con gorros pasamontañas, armados con una pistola y una escopeta”, dijo el pescador, quien por temor prefiere no revelar su nombre, pues sabe que esa banda tiene contactos en la localidad.

El pescador narró cómo, mientras un asaltante obligaba a sus compañeros a llenar costales con camarones, otro delincuente le pedía a ellos que les entregaran sus pertenencias, y les arrebató relojes, teléfonos celulares y billeteras.

Calcula que ese día perdieron unos Q350 mil, dijo el socio de la cooperativa, pues las bodegas estaban repletas con cientos de libras de pescado y mariscos.

Las autoridades sospechan que se trata de la misma banda que operaba años atrás y que se fortaleció, pues uno de sus líderes salió recientemente de prisión.

Édgar Sandoval, gerente general de Fedepesca (cooperativa de aldeas pesqueras), ubicada en la colonia Buena Vista, Iztapa, dijo que este no es un problema nuevo. Hace ocho años se reportaron 33 atracos a barcos que pescaban en alta mar, y en uno resultó muerto uno de los guardias privados de un barco.

“Tenemos problemas, como el aumento al diésel, las leyes que son hostiles para la pesca, la escasez de producto y ahora se nos suma la inseguridad en el mar”, dijo Sandoval.

Hace aproximadamente dos semanas, dos barcos de Fedepesca fueron asaltados en una noche.

Las embarcaciones navegaban frente a Sipacate, Escuintla, en busca de camarones, cuando a eso de las 20 horas una lancha rápida con seis tripulantes, todos con gorros pasamontañas y con armas cortas, aparecieron frente a ellos.

El primer barco atracado fue el San José, al cual le sustrajeron dos mil 500 libras de chacalín (camarón de mar) valorado en Q96 mil, además de las pertenencias de los marineros.

Óscar Ruano, quien era parte del grupo asaltado, comentó que los delincuentes, en forma agresiva, los obligaron a llenar los costales con producto.

Luego del primer atraco, los delincuentes navegaron hasta el barco llamado Ocós, perteneciente a la aldea La Curvina, y de la misma forma robaron la carga de camarón, valorada en Q26 mil, la cual tenían refrigerada en las bodegas.

Policía sin conocer casos

A pesar de que estos asaltos son de dominio general, en la subestación de la Policía Nacional Civil (PNC) de Iztapa no tenían conocimiento de lo sucedido y tampoco datos de la banda. Se limitaron a informar que la seguridad marítima le corresponde al Ejército, a través de la Base Naval del Pacífico.

Al respecto, el comandante de la base, Rafael Reneau, admitió que los asaltos a las embarcaciones se han dado, pero argumentó que esa institución, que está a cargo de la seguridad de 12 millas náuticas, necesita más ayuda para poder llevar a cabo su labor.

“Para tener seguridad en el mar se necesita apoyo del Estado. Nosotros no contamos con presupuesto, y en Guatemala se preocupan más de lo que ocurre en tierra que en el mar”, dijo Reneau.

La flota actual, cuyas embarcaciones datan de 1969 y 1976, consta de cuatro guardacostas y 10 lanchas rápidas que resultan insuficientes, en especial cuando los afectados solicitan ayuda, cuya respuesta es que no hay combustible.

Por el momento, las cooperativas afirman que, debido a los costos que representa contar con seguridad privada dentro de los barcos, no contemplan esa posibilidad. Lo único que les queda es encomendarse a la suerte y zarpar cada día, sin saber que les espera en alta mar.

Sin respuesta en fronteras

Tanto los pescadores artesanales como los que lo hacen a gran escala, se quejan por el acoso de la delincuencia. A los primeros les han arrebatado los equipos de pesca, como trasmallos, así ocurrió en el sitio conocido como La Barrona (Jutiapa).

Según cuentan los pescadores, cuando llaman a la Base Naval del Pacífico para pedir el resguardo, les responden que no tienen combustible para asistir al lugar.

Piratas, problemática internacional

De acuerdo con el Buró Internacional Marítimo (IMB, en inglés), institución que registra los hechos delictivos que ocurren en las aguas del mundo, los lugares que reportan mayor cantidad de ataques de piratas a transportes marítimos de carga son Indonesia, seguido de Somalia, Nigeria, Bangladesh y Tanzania.

La IMB resume que estos piratas son personas rudas, que operan fuertemente armadas y que toman como víctimas a los marineros y pescadores.

En el continente americano, en lo que va del año, Brasil reporta dos ataques armados consumados contra transporte de carga, seguido de Perú, que denunció un atraco y un intento de robo. También hubo casos en Venezuela, Haití y Jamaica.

La IMB afirmó que los ataques de piratas se triplicaron entre 1993 y el 2003. En ese último año se reportaron 445 robos y 16 personas fueron asesinadas.

El atraco más reciente que reporta la IMB fue un asalto armado en Vietnam el pasado 11 de noviembre, cuando individuos, que portaban cuchillos, asaltaron un barco carguero y sustrajeron objetos de valor.

En el portal de esta organización en Internet, existe un mapa actualizado de los puntos más afectados por los piratas en http://www.icc-ccs.org/extra/display.php.

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