lunes, 16 de julio de 2007

GUERRA A LAS GRASAS

EN NUEVA YORK QUEDAN PROHIBIDAS LAS GRASAS TRANS PARA LA COCINA

La Municipalidad de Nueva Cork ordenó a sus ciudadanos y visitantes comer más sano: desde principios de julio, los restaurantes, cafeterías y pastelerías de la ciudad ya no usan para cocinar las nocivas grasas trans.

Con la prohibición de estos ácidos grasos artificialmente endurecidos, Nueva Cork quiere evitar la calcificación de las arterias y sus consecuencias, como los infartos y las apoplejías.

Según estudios estadounidenses, se cree que las grasas trans también aceleran la senilidad y contribuyen entre otros factores al mal de Alzheimer.

Después de que inicialmente los locales gastronómicos protestaran contra la orden del ayuntamiento, al final el curso hacia el uso de grasas mas sanas en Nueva Cork fue bastante rápido. Muchas cocinas e incluso las grandes cadenas de comidas rápidas llenaron sus cacerolas y freidoras de otras grasas menos nocivas para la salud y apenas más caras.

Antes de Nueva Cork, Dinamarca ya había prohibido las grasas trans en sus alimentos. El Gobierno de Copenhague limitó la cantidad de las grasas endurecidas en todos los alimentos, incluidas las importaciones, a menos del dos por ciento mediante una ley en el 2004.

La prohibición de estos lípidos es para Nueva Cork la segunda gran iniciativa en el área de salud del alcalde Michael Bloomberg. El funcionario también impuso en 2003 una de las prohibicones más estrictas de fumar del mundo al prohibir el humo en oficinas, bares y clubes.

El departameto de Salud de Nueva Cork cree que con la prohibición de las grasas trans salvará de la muerte cardíaca a al menos 500 ciudadanos al año. Estas grasas, en las cuales los ácidos grasos no saturados son transformados mediante la hidrogenación en saturados, eran las preferidas por muchos gastrónomos por su buen precio y su duración. Sin embargo, ahora la mayoría de los cocineros emplea grasas vegetales tradicionales como el aceite de girasol y de colza.

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