PRESIDENCIABLES DE GUATEMALA REALIZAN JUEGO DE FUTBOL

Abrazos y goles contra la desnutrición

Parecía una final: todas las estrellas de la política, con la camisola azul y blanco, dispuestas a jugar juntas; el público apoyando, el perifoneador más famoso, los fondos recaudados para ayudar a niños con desnutrición... todo estaba listo.
Así, los presidenciables fueron llegando según su uniforme a los camerinos del Domo; a algunos les quedó más ajustada la camisa, y los pants les evitaron pasar por la pena de mostrar piernas que no fueran de futbolista.
Los candidatos se enfrentaron a periodistas de varios medios de comunicación, el martes 10 de julio, en un juego de futsala organizado por el Club Rotario Guatemala Norte y Pilas con tu Voto. El evento sirvió para recaudar al menos Q250 mil que serán destinados al Programa Iván, contra la desnutrición.
Cada presidenciable tuvo su labor en el campo. Fernando Montenegro, de Encuentro por Guatemala (EG), fue la estrella, al evitar al menos 12 goles que intentaron anotar los comunicadores. La tarea de Otto Pérez Molina (PP) parecía intentar driblar a todos los adversarios, y al final consiguió un golazo, celebrado por el resto.
La defensa tuvo a dos guardabosques. El médico Rafael Espada (UNE), quien a sus 63 años, sorprendió a los rivales con su condición física, y repartió palo a cuantas piernas periodísticas le pasaron por delante.
Enrique Godoy, unionista, no se quedó atrás, hasta que un tropezón le causó un esguince en el tobillo. No fue el más golpeado, pues Estuardo Zapeta, columnista, terminó con una rodilla enyesada.
Esto no hizo mella en una afición que apoyó casi tanto como se carcajeó. Alfredo Vila (Gana) marcó un gol con un zurdazo cruzado, y Mario Estrada (UCN) se combinó con Manuel Conde (UD) para el tercero en la cuenta de los candidatos. Luís Rabbé (FRG), Óscar Rodolfo Castañeda (PAN) y Pablo Monsanto (ANN) pusieron su gota de sudor. Álvaro Colom fue el ausente de la noche.
Las cartas bajo la manga no quedaron allí. Colocaron en la banda derecha a Alejandro Giammattei (Gana), para ser un árbitro vestido con la misma camiseta, y Rigoberta Menchú fue la encargada de estimular goles, al repartir abrazos y sonrisas.
Los apoyos en el campo, entre los adversarios políticos, mostraron que hay lugar para soñar que causas como el fútbol y la lucha contra la desnutrición pueden unirlos, y se comprometieron a que la solución de este rezago sea asunto de Estado.