jueves, 2 de agosto de 2007

COCHE BOMBA DEJA 13 MUERTOS EN IRAK

Líderes intentan unir Gobierno

Un suicida impactó el jueves un coche bomba contra una comisaría, dejando 13 muertos, mientras políticos se preparaban para una reunión que busca restaurar el Gobierno de coalición tras la renuncia del principal bloque sunita.
El ataque se llevó a cabo un día después que una serie de explosiones dejó 70 muertos en Bagdad.
Una fuente policial dijo que el atacante apuntó a reclutas que estaban alineados para unirse a la fuerza en la ciudad de Hibhib, al norte de Bagdad. Los muertos incluyeron seis policías y siete civiles.
Al menos 15 personas resultaron heridas en el incidente.
Líderes de los principales bloques de Irak se reunirían en los próximos días para intentar unir a la coalición, que se formó el año pasado y que hasta el momento no ha sido capaz de reducir la violencia o acordar leyes dirigidas a reconciliar al dividido país.
La oficina del primer ministro iraquí, el chiíta Nuri al-Maliki, informó que estaría en contacto permanente con el Frente de Acuerdo Sunita, pese a su decisión de retirar el miércoles a seis ministro del Gobierno.
El Frente declaró que renunciaba a la coalición de Maliki porque él no había cumplido con sus demandas, incluyendo darle al bloque sunita una mayor participación en temas de seguridad.
La facción chiíta, del clérigo Moqtada al-Sadr, renunció al Gobierno en abril.
El ataque del jueves se llevó a cabo en la provincia de Diyala, una zona al norte de la capital que había estado en el centro de la ofensiva de Estados Unidos durante los últimos dos meses después de que Washington desplegó tropas adicionales para ayudar a estabilizar al país.
Washington dice que el área ha recibido una afluencia de militantes de al Qaeda desde Bagdad y la provincia occidental de Anbar como resultado de la ofensiva estadounidense y una sublevación de tribus locales contra los militantes.
Al norte, más de 1.000 tropas iraquíes lanzaron fuertes medidas de seguridad contra militantes en Samarra, donde un ataque contra un santuario chiíta el año pasado gatilló una lucha sectaria en Irak. La mezquita volvió a ser atacada en junio.
Las fuerzas iraquíes cerraron calles e impusieron un toque de queda. El Ejército estadounidense dijo que el objetivo del operativo iraquí era estabilizar la ciudad para que la mezquita fuera reconstruida.
El número de soldados estadounidenses fallecidos en Irak se redujo durante julio tras un período de tres meses donde la cifra de fallecidos fue la más alta del año.
Comandantes del Ejército dicen que su nueva estrategia de seguridad está dando resultados.
Sin embargo, las estadísticas recogidas por los ministerios de Salud y de Interior muestran un aumento en el número de muertes civiles en julio, que llegó a 1.653 tras las 1.227 de junio.

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