jueves, 2 de agosto de 2007

TECNICA PIONERA AYUDA A PACIENTE SEMIINCONSCIENTE

Hombre estuvo seis años ‘dormido’ a causa de un grave traumatismo craneal

Un paciente de 38 años, aquejado de un grave traumatismo craneal causado durante un asalto en 1999, que lo hizo permanecer durante seis años en un “mínimo estado de conciencia”, volvió a hablar y a comer gracias a estimulaciones eléctricas del cerebro, según un estudio publicado ayer.
Si este resultado puede ser reproducido en otros pacientes, “este éxito abriría una nueva era para el tratamiento de pacientes en estado de conciencia mínima”, recalcó en un comunicado el facultativo Josef Fins, del Colegio Médico Weil Cornell de Nueva York, uno de los coautores del estudio publicado en la revista científica británica Nature.
Un paciente en “mínimo estado de conciencia” –no confundir con el coma o un estado vegetativo persistente– puede mostrar signos ocasionales de que está despierto, o de un “comportamiento organizado”, pero subsiste no obstante “un profundo déficit de conciencia”, precisan los expertos en Nature.
Antes del experimento de estimulación cerebral profunda, las capacidades de comunicación del paciente se limitaban a ligeros movimientos del ojo o de un dedo, y ahora emplea regularmente palabras, gestos y responde rápidamente a las preguntas, precisó el facultativo Joseph Giacino, del Instituto de Rehabilitación JFK Johnson, en Estados Unidos.
El hombre, cuya familia desea preservar el anonimato, es también capaz de “masticar, de tragar alimentos y ya no necesita una alimentación artificial”, añade Giacino.
Además, el paciente habla con voz entrecortada pero audible, no inicia las conversaciones, pero puede responder a otros. Y puede llevar a cabo movimientos coordinados, por ejemplo, cepillarse el pelo o beber de una taza.
A pesar de la mejoría, el paciente todavía tiene dificultades para hacer ciertos movimientos y todavía no puede andar.
La técnica de estimulación cerebral profunda, ya utilizada con enfermos de Parkinson y de epilepsia, consiste en la implantación de electrodos en el cerebro para enviar impulsos eléctricos y es la primera vez que se aplica a pacientes en “mínimo estado de conciencia”, un cuadro clínico que sufren entre 100 mil y 300 mil personas en el mundo.
Durante el experimento, los investigadores activaron intermitentemente los electrodos a lo largo de seis meses.
En el caso del paciente en “mínimo estado de conciencia”, buscaba estimular mediante impulsos eléctricos una zona del cerebro (el tálamo) que desempeña un papel clave para ajustar la actividad cerebral.
“Nuestra teoría era que los impulsos eléctricos sobre esa zona contribuirían a amplificar el débil nivel de actividad existente”, precisó el especialista.
La mejoría en las capacidades del paciente para alimentarse y comunicarse estaba fuertemente ligada a los períodos de estimulación cerebral, según el experto Nicholas Schiff, principal autor del estudio. Lo logrado parecía mantenerse durante las fases de interrupción del estímulo, pero los investigadores no saben si el estado del paciente va a mejorar.
Los especialistas consideraron como asombrosa la respuesta, y advirtieron que el procedimiento debe ser probado en más personas antes de que pueda ser plenamente conocida su utilidad. El plan piloto planea incluir el estudio de 12 pacientes más. - AFP/AP/EFE.
Cuadro clínico
Los expertos indicaron que el hombre se encontraba en “mínimo estado de conciencia”, un cuadro clínico que se caracteriza porque quien lo sufre da muestras intermitentes de consciencia y puede intentar comunicarse con palabras simples o signos, aunque esos momentos de lucidez son escasos y fugaces.
Hay esperanzas
La madre del paciente expresó, entre sollozos, que tenía pocas esperanzas de que él se recuperara. “Mi hijo ahora puede beber, expresa dolor y, lo más importante, puede decir papá y mamá y te quiero mamá”, subrayó.

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