sábado, 25 de agosto de 2007

LOS FANTASMAS DEL ZAR SALEN DE LA TUMBA

La Fiscalía rusa anunció la apertura de una investigación al saberse que un grupo de arqueólogos anunció que había descubierto restos que podrían pertenecer a dos hijos del zar Nicolás II.
Los fragmentos óseos fueron encontrados durante excavaciones realizadas en las afueras de la ciudad Ekaterimburgo, cerca de donde fuera enterrada la familia imperial que la revolución bolchevique ordenó fusilar en 1918.
"Los arqueólogos de los Urales suponen que se trata de los restos del zarévich Alexéi (13 años) y la gran princesa María (de 20 años)", dijo este viernes el historiador local Sergei Pogorelov, en la región de Sverdlovsk.
Hasta donde se sabe, los revolucionarios ejecutaron al último zar y miembros de su familia en el sótano de una mansión en esa ciudad que está a 1.450 kilómetros al este de Moscú.


Polémica

El descubrimiento reavivó una vieja polémica en Rusia.
En 1991 fueron exhumados nueve esqueletos que al parecer eran los de Nicolás II, su esposa, tres hijas, el médico de cabecera, la doncella de la emperatriz, el ayudante de cámara del zar y el cocinero de la familia.


En 1998, tras la caída del régimen comunista, Moscú organizó un pomposo funeral para dar nueva sepultura a los presuntos restos de la familia imperial, cuya autenticidad niega la Iglesia Ortodoxa rusa.
Esas dudas manifestadas por el Patriarca de Moscú Alejo II, quien se negó a asitir a aquella ceremonia, se basaban precisamente en la ausencia de las osamentas de Alexéi y María y la falta de una callosidad ósea en el cráneo del zar.
Según una opinión de expertos en aquel momento, el cráneo debía presentar en la zona parietal la marca del sablazo que Nicolás II recibió durante una visita a Japón.


ADN y hemofilia

Los análisis genéticos realizados en su oportunidad determinaron que los restos pertenecían a la familia imperial con una probabilidad de 99,999%. A pesar de esto, el clero ortodoxo mantiene sus dudas.


Luego de este nuevo descubrimiento, la Iglesia Ortodoxa Rusa, que canonizó a Nicolás II y su familia en 2000, reclamó que el peritaje a estas 44 piezas encontradas ahora "sea efectuado de una manera más minuciosa" que la realizada en aquel entonces.
El jefe del equipo forense regional, Nicolai Nevolin, dijo a la agencia de noticias Itar-Tass que los 44 fragmentos encontrados serán sometidos a exhaustivos análisis.
"Sabemos que el zarévich Alexéi sufría de hemofilia, por lo que podemos detectar rastros genéticos de esa enfermedad", declaró.
Agregó que también examinarán otros elementos encontrados en el lugar, como casquillos de bala y vasijas de cerámica que al parecer habrían contenido el ácido sulfúrico en el que -según se cree- los revolucionarios bolcheviques habrían sumergido los cuerpos para evitar que fueran objeto de veneración en el futuro.
Mientras tanto, Iván Artsishevsky, integrante de un grupo que dice representar a los sobrevivientes de la familia Romanov, pidió observar mucha precaución con estos nuevos hallazgos.
"Es algo muy importante para la familia y para la historia de toda Rusia", declaró a una radio de Moscú.

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