sábado, 8 de septiembre de 2007

EMPRENDIMIENTO

Por Prensa Libre
Economía de mercado sana

Un sistema sano no puede ser sostenible en el tiempo si los índices de violencia crecen cada día y las políticas educativas y de salud no están encaminadas a hacer que el sistema funcione y traslade el bienestar hacia todos.

_______

Por Abraham Samuel Pérez/Opinión/II parte

Un sistema económico debe tener como fin el bienestar de las personas al convivir armónicamente en sociedad y utilizar eficientemente los recursos con que ésta cuenta.

La pobreza extrema es un indicador de una economía de mercado enferma.

Según la teoría económica clásica, todos conseguirían bienestar por medio del libre intercambio.

Relativamente existirán unos con más bienes que otros, pero no debiera existir miseria, pues la libertad de competencia debiera permitir que cada persona realice la actividad económica que más le favorezca económicamente.

No lograr esto es un fallo social, pues entonces el sistema de intercambio no está rindiendo frutos de bienestar para las personas que participan en él.

Una persona debe encontrar la solución a sus problemas económicos sin trasladárselos al Gobierno, a una ONG o a una organización de ayuda extranjera en el largo plazo para su subsistencia permanente.

El problema de nuevo, es cuando una persona tiene la capacidad de emprender, las ideas de negocios, pero el mercado está tan enfermo que no permite que este emprendedor entre a competir; ya sea, por ejemplo, por imperfecciones del sistema como prácticas monopólicas o por proteccionismo del Estado a ciertas empresas.

A nivel micro, porque este emprendedor no tiene el acceso a financiamiento o conocimientos mínimos para competir en un mercado que cada día está más avanzado tecnológicamente.

De ahí que se necesitan Instituciones que permitan crear las condiciones sociales idóneas para que el mercado saludablemente trabaje en función del desarrollo de las personas.

Existen personas que, por no contextualizar la teoría aplicándola a la realidad, satanizan el sistema de mercado, y otros que por las mismas razones, lo endiosan, convirtiendo ambos el medio como un fin último.

La economía como disciplina busca, al final del día, explicar normativamente o inferir positivamente sobre los fenómenos que hacen que las personas puedan alcanzar niveles de bienestar con los recursos existentes.

Esto es más complejo que interpretar el sistema de libre mercado únicamente como la compra y venta sin analizar los supuestos detrás del mismo.

Un sistema sano no puede ser sostenible en el tiempo si los índices de violencia crecen cada día y las políticas educativas y de salud no están encaminadas a hacer que el sistema funcione y traslade el bienestar hacia toda la población.

Una especie de bomba de tiempo se crea. No se puede pensar en una economía sostenible en el largo plazo o en transición, cuando de un gobierno a otro, se cambian los planes y se destruye lo que se hizo en cuatro años anteriores.

De ahí la coherencia de una visión de largo plazo, en el marco de un sistema económico que brinde oportunidades individuales y rinda frutos de bienestar a los miembros de una sociedad.

* Desterremos la mediocridad: Votar es una de las mejores formas que tenemos para desterrar la mediocridad de Guatemala.

A pocas horas de votar, pedimos que Dios le ilumine, para que con discernimiento y no dejándose llevar por las masas, elija al equipo de gobierno, alcaldes y diputados que busquen que en Guatemala se establezcan bases para crecer con calidad, para sanear la economía y otorgar condiciones adecuadas para emprender, y permitir que el sistema funcione para las personas, y no al contrario.

Continuemos con las buenas prácticas y eliminemos los cánceres que se han enquistado en el país. Vote libremente, por quien usted esté convencido, no por quien otros le digan.

Recuerde: El mejor gobierno es aquel que cada quien ejerce dentro de sí mismo.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que la economia de mercado ya nos alcanzo a todos en el mundo. No hay otra opcion. No es el fin de la historia, como diría Francis Fukuyama, sino el principio de la nueva historia. Hay que aprender a vivir en un nuevo sistema, el de mercado, pero como dice el autor de esta nota, hacer que el sistema funcione para las personas y no al reves.