Prensa Libre
Los invasores dejan destrucción a su paso por las áreas protegidas y sitios arqueológicos del país.
Las invasiones a los sitios arqueológicos de Petén no solo ponen en peligro los recursos naturales, sino que amenazan con hacer colapsar las estructuras mayas, advirtieron autoridades del Ministerio de Cultura.
Érick Ponciano, subdirector de Patrimonio Cultural, de esa cartera, expresó ayer que, según los informes obtenidos, los grupos invasores talan árboles dentro de las zonas periféricas de los sitios arqueológicos de Aguateca, Dos Pilas y Ceibal, ubicados en Sayaxché, Petén.
“Las talas ilegales habían llegado a los límites de las reservas forestales que rodean los sitios, pero ahora están dentro de lo que fueron las zonas residenciales mayas, en los alrededores de las plazas y templos mayores”, afirmó el funcionario.
La preocupación se debe a que después de botar árboles, los campesinos queman las áreas para limpiar el terreno, con el objetivo de convertirlos en zonas de cultivo para cuando llegue el invierno.
“El problema es que los bloques con que fueron construidos los edificios mayas son de piedra caliza, y al someterse a altas temperaturas se convierten en cal y se pulverizan, es decir, colapsarían los edificios”, agregó.
Cerca de El Mirador
Ponciano informó que se detectó una avanzada de invasores a tan solo 16 kilómetros del sitio El Mirador, dentro de la zona núcleo, y al parecer entraron por la ruta de Carmelita.
Dijo que los grupos que tratan de instalarse en el parque Yaxhá-Naranjo, colindante con el Parque Nacional Tikal, están cortando árboles en un área donde se encuentran 239 sitios arqueológicos menores, como San Clemente.
“Cuando se arranca un árbol que está sobre una estructura, se causa un daño irreversible porque la construcción pierde apoyo y se cae”, destacó.
Refirió que el modo de actuar de los grupos ilegales consiste en que llegan, talan y se retiran. Luego regresan y, si no encuentran autoridades, continúan con sus motosierras en los siguientes sitios.
Ponciano agregó que la situación es desesperante porque los sitios están cada vez en mayor peligro.
Érick Ponciano, subdirector de Patrimonio Cultural, de esa cartera, expresó ayer que, según los informes obtenidos, los grupos invasores talan árboles dentro de las zonas periféricas de los sitios arqueológicos de Aguateca, Dos Pilas y Ceibal, ubicados en Sayaxché, Petén.
“Las talas ilegales habían llegado a los límites de las reservas forestales que rodean los sitios, pero ahora están dentro de lo que fueron las zonas residenciales mayas, en los alrededores de las plazas y templos mayores”, afirmó el funcionario.
La preocupación se debe a que después de botar árboles, los campesinos queman las áreas para limpiar el terreno, con el objetivo de convertirlos en zonas de cultivo para cuando llegue el invierno.
“El problema es que los bloques con que fueron construidos los edificios mayas son de piedra caliza, y al someterse a altas temperaturas se convierten en cal y se pulverizan, es decir, colapsarían los edificios”, agregó.
Cerca de El Mirador
Ponciano informó que se detectó una avanzada de invasores a tan solo 16 kilómetros del sitio El Mirador, dentro de la zona núcleo, y al parecer entraron por la ruta de Carmelita.
Dijo que los grupos que tratan de instalarse en el parque Yaxhá-Naranjo, colindante con el Parque Nacional Tikal, están cortando árboles en un área donde se encuentran 239 sitios arqueológicos menores, como San Clemente.
“Cuando se arranca un árbol que está sobre una estructura, se causa un daño irreversible porque la construcción pierde apoyo y se cae”, destacó.
Refirió que el modo de actuar de los grupos ilegales consiste en que llegan, talan y se retiran. Luego regresan y, si no encuentran autoridades, continúan con sus motosierras en los siguientes sitios.
Ponciano agregó que la situación es desesperante porque los sitios están cada vez en mayor peligro.
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