"MANOS LIMPIAS" FUERON INSUFICIENTES PARA CONVENCER

La figura de la premio Nobel obtuvo menos votos que sus diputados
Por: Prensa Libre

Rigoberta Menchú no logró cohesionar a las comunidades indígenas a su favor. Foto Prensa Libre: Émerson Díaz.

Rigoberta Menchú, ex candidata a la Presidencia por Encuentro por Guatemala (EG), habría sido la gran perdedora en esta contienda. Su discurso de “manos limpias y cero compromisos” no fue suficiente para convencer al electorado que la colocó en séptimo lugar de preferencia.

La premio Nobel obtuvo menos votos que el bloque de su partido que se postuló a diputaciones nacionales -96 mil 985 y 188 mil 41, respectivamente-. En Uspantán, donde nació, apenas 268 de 11 mil 730 personas que asistieron a las urnas, le confiaron su voto. Y en las elecciones generales terminó en séptimo lugar, con el 3.06 por ciento de los votos emitidos.

¿Fracaso político o la líder indígena no logró cohesionar a los guatemaltecos?

Gustavo Porras, analista político, dice que lo que ocurrió con Menchú demuestra que no existe un movimiento indígena políticamente en Guatemala. “Por el contrario, los indígenas participan activamente en la política nacional, pero lo hacen a través del sistema de partidos y en comités cívicos”.

En la actualidad, el 38 por ciento de las corporaciones municipales del país es dirigida por alcaldes indígenas.

Se inicia el descenso

En las encuestas publicadas por Prensa Libre, Menchú fue decayendo en la intención de votos, entre un sexto y séptimo lugar. En las votaciones no obtuvo respaldo en las áreas de mayor población indígena, como Sacatepéquez, Chimaltenango, Sololá, Totonicapán, Quetzaltenango, Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz y Baja Verapaz, en donde estuvo entre el sexto y octavo lugar.

Para Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, existió un mito en cuanto a la presencia de Menchú y su relevancia internacional.

“Javier Pérez de Cuéllar fue candidato en Perú y no ganó la elección, a pesar de ser uno de los latinos más destacados en las Naciones Unidas”, sostiene Linares.

Menchú no ha querido hablar de los resultados electorales. Diversos intentos ayer resultaron infructuosos.

Fernando Montenegro, el ex vicepresidenciable de EG, refiere: “El país no quiere cambiar. Hicimos nuestro mejor esfuerzo, y vamos a seguir trabajando”.

Nineth Montenegro, diputada electa por esa agrupación, dice que le llama la atención el hecho de que en áreas indígenas hayan obtenido menos votos para la Presidencia. “Obviamente estamos analizando la situación. Eso sí, nos alegra el respaldo que obtuvimos en las diputaciones, pues más de 190 mil personas nos apoyaron, a pesar de que competimos con verdaderos monstruos de la política”, afirma.

Tanto la diputada como el binomio resaltaron, durante toda la campaña, que les caracterizaban las “manos limpias y cero compromisos”, al explicar que no tienen pasado oscuro ni compromisos con sector alguno.

Campaña artesanal

Porras opina que Menchú impulsó una campaña artesanal. “Es elogiable que visitara a la gente en sus comunidades, pero ella necesitaba de una comunicación a través de medios y es obvio que no tenía recursos”, afirma.

La diputada Montenegro admite esa versión. Resalta que Encuentro por Guatemala es un partido que recién se fundó y no contaba con recursos para desarrollar sus campañas.

Los que mejoraron y los que se salvaron

Casa

El Centro de Acción Social (Casa), liderado por el ex candidato presidencial Eduardo Suger, fue una de las sorpresas de la jornada electoral.

Esta agrupación tendrá cinco diputados al Congreso de la República.

En la intención de voto para la Presidencia, Suger obtuvo más de 232 mil 141 sufragios que lo ubican en cuarto lugar. En la región metropolitana, donde Suger impulsó su campaña, obtuvo 124 mil 981 que lo sitúan en cuarto lugar.

La campaña de Suger también fue austera y trabajó con pocos recursos.

Unionistas

A pesar de que su figura presidencial, Fritz García-Gallont, corrió con la misma suerte que Rigoberta Menchú, la agrupación política logró consolidar varias curules al Congreso de la República.

Además, ganó la elección por la alcaldía de la ciudad de Guatemala, con más de 55 por ciento de los votos a favor de Álvaro Arzú.

Los unionistas han logrado continuar en el camino de la política. Se trata de una agrupación cuyas figuras públicas llevan más de 15 años trabajando en las esferas estatales y municipales.

UD, repite

Edwin Armando Martínez Herrera, candidato a diputado por la Unión Democrática (UD), salvó a esa agrupación de desaparecer del espectro político, gracias a su curul que ganó en Huehuetenango.

La UD con Martínez Herrera alcanzó 22 mil 159 votos, y con este resultado se situó en el cuarto lugar en la elección a diputado distrital.

Con el 10 por ciento, Martínez Herrera se ha convertido en uno de los diez diputados por el departamento de Huehuetenango.

En las elecciones pasadas, la UD obtuvo una casilla para diputado nacional y con ello sobrevivió.

Los que se van

Desaparecen tres agrupaciones

Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG), Alianza Nueva Nación (ANN) y DIA son las agrupaciones políticas que desaparecerán del espectro político, por no haber alcanzado el 5 por ciento de los votos, o no haber incluido un diputado.

Además, otros partidos que han hecho gobierno se debilitan, como el Frente Republicano Guatemalteco y el Partido de Avanzada Nacional.

Con pocos votos

El partido DCG desaparece, pues en todo el país su candidato a presidente, Marco Vinicio Cerezo Blandón, obtuvo 16 mil 343 votos y no ganó curules distritales ni nacionales.

Lo mismo ocurre con la ANN, que para la Presidencia ganó 19 mil 130. Tampoco logró casillas en el Congreso de la República.

El dato de gastos propagandísticos es contrastante. Mientras la ANN, de Pablo Monsanto, gastó Q12.9 millones en su campaña llamada “Yo soy Pablo”, el candidato Marco Vinicio Cerezo Blandón, invirtió los Q50 mil.

Así las cosas, unos se debilitan y otros desaparecen.