sábado, 11 de octubre de 2008

Ambiente de fiesta se vive antes del encuentro

Un verdadero ambiente de fiesta se vive en los alrededores del estadio Mateo Flores por el choque de hoy (20 horas) entre las selecciones de Guatemala y Trinidad y Tobago. Los colores azul y blanco han inundado las calles cercanas al coloso de la zona 5.

Camisolas, banderas, bufandas, cintas, hasta sombreros y gorros, con los colores de la bicolor, se observaban ayer.

Ese mismo ambiente se espera para hoy, cuando 25 mil personas abarrotarán el estadio, para apoyar a la sele.

En el mercado negro persistió el fenómeno de los precios sobrevalorados de los boletos, pero, aún así, decenas de aficionados los solicitaban.

“Quiero estar en el juego, y ver ganar a mi selección. Fui a los bancos, pero como ya se habían agotado las entradas, no me quedó otra opción que comprar aquí”, dijo Rolando Méndez, quien pagó Q200 por dos boletos para general, cuando el precio original de cada uno era de Q60.

Vendedores informales, que no quisieron identificarse, aseguraron que esta es la única forma para ganarse la vida.

“Aquí le ganamos un poco más a las entradas, porque en los conciertos es poco lo que se obtiene de ganancias. Nosotros compramos legalmente estos boletos para la afición”, expresó uno de los revendedores.

Ayer, cerca del medio día, la Policía Nacional Civil efectuó un operativo en ese lugar, con el objetivo de verificar que no existieran boletos falsificados.

Al terminar la acción policial, no se encontraron evidencias de alguna ilegalidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entre usted y yo,

Que nos pasó hoy en el juego contra Trinidad, con 1 hombre más en la cancha, de locales, con todo el público gritando en las gradas, contra un Trinidad entregado, sin ideas, sin futbol ... Lo que nos ha pasado desde hace décadas, no sólo en el Mateo Flores, sino en cada cancha, en cada patio, en cada seudo campo del país, simplemente ... NOS TEMBLARON LAS PATAS.

Si usted ha jugado futbol, aunque sea en el campo del barrio como yo, usted sabe a que me refiero. Recuerde esas finales de la liga del barrio, recuerde como alrededor del campo estaban parados todos los aficionados de la cuadra, recuerde cuando tenían que poner lazos para marcar los línderos de la cancha para que el público no invadiera mientras el juego estaba en curso, recuerda ... en serio se recuerda cuando entraba a la cancha junto a sus 10 amigos, compañeros de futbol, con grandes sueños en la calle, pero con grandes frustraciones en la cancha. Recuerda cuando recibía el primer balón y le "rebotaba" la pelota en los pies (como hoy a Mario Rodriguez), recuerda cuando en los saques de banda en lugar de desmarcarse buscaba a los contrarios para pegarse a ellos y que no hubiera oportunidad de que le dieran el balón (como hoy el Pando Ramirez).

Estoy seguro que se acuerda, cuando a usted y a mi, nos temblaban las patas en esa insignificante final de barrio. Pues hoy si usted y yo hubiesemos estado en el estadio Mateo Flores en lugar de alguno de los que estubieron jugando, sea sincero, hubiesemos actuado igual. Nos hubiesemos arrugado (en palabras elegantes de Pancho el narrador), es decir nos hubiesen faltado pollitos dentro del cascarón, al ver a semejante negrón (portero de Trinidad) que se nos venía encima (como le pasó a Fredy García).

Cuantas veces no vimos a nuestro defensa central tirar un strike en medio del área grande como le pasó hoy a nuestros defensas. Cuantas veces no vimos a nuestros delanteros fallar frente al marco, porque se los comieron los nervios, porque simplemente les temblaron las patas.

Ahora bien, no escribo ésto para que sea una lamentación profunda y un pesimismo macabro. Lo escribo, porque si queremos que ésto no suceda, tenemos que empezar a atacar el problema desde la raíz. Nuestros hijos. Si los hijos que llevamos al campo a jugar y con los que soñamos que llegarán a jugar futbol a lo grande. Y no hablo de que tienen que tener técnica, eso es de ley, no hablo de que tienen que tener condición física, eso aunque nos cuesta entenderlo, ya varios lo estan logrando. Hablo del principal elemento del jugador de futbol, del trabajador, del estudiante, hablo de la mentalidad, hablo de CARACTER.

Si, carácter es lo que tenemos que inyectarle a nuestros hijos. Tenemos que ponerlos bajo presión constante, tenemos que ponerlos a jugar en los mejores equipos y exigirles concentración, exigirles determinación. Tenemos que llenarnos de valor y confrontarlos con sus miedos (los que nosotros conocemos muy bien), y enseñarles a tener los pantalones bien puestos dentro de la cancha, en cualquier circunstancia, bajo cualquier condición. Y eso mi estimado amigo, no es cuestión de semanas o meses, es cuestión de años y años de enfatizar en el niño, en el jóven, que el carácter es primordial, indispensable, que es lo que nos diferencia del resto de países que si consigue triunfos.

Tenemos que lograr cada vez más niños y jóvenes tengan el Caracter para enfrentar los compromisos claves como el de hoy (como por ejemplo el Pescado Ruiz), de quien se hablará que ya no juega, que no anota goles, etc. etc, pero de quien no se puede decir que no tiene Caracter. Si los once más los cambios, que juegan cada partido tuviesen por lo menos el carácter que tiene el Pescado Ruiz, otra fuera nuestra historia, otros fueran nuestros resultados.

Yo voy a hacer mi parte, con los que puedo influir, con mis hijos. Pero a sus hijos nadie, absolutamente nadie más que usted, se los puede enseñar ...

Sinceramente,

Un guatemalteco frustrado, como usted.
Dios los bendiga

Guatemala, 11/10/2008 10:30 pm
Renvíelo a todos los padres que conozca, que tienen los mismos sueños que usted para sus hijos.