Prensa LibreDiputados de la Comisión de Defensa, con Rember Larios, de la PNC, y Arnoldo Villagrán, viceministro de Seguridad.
Las nuevas autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) consideran urgente reformar la ley orgánica de esa institución, para depurarla y fortalecerla; uno de los cambios obligaría a que además de destituir a un comisario o agente, por irregularidades, se le consigne a los tribunales.
Arnoldo Villagrán, viceministro de Seguridad, reconoció ayer, durante una reunión en el Congreso, que la Policía es una entidad “débil” y “abandonada”, en la que el crimen organizado ha logrado infiltrarse. Por ello considera urgente reformar su marco normativo, para recuperarla y hacerla eficiente.
Entre los cambios que las nuevas autoridades de la institución policial se proponen está posibilitar que cuando se destituya a un policía, por sospecha de ilícitos, su caso pueda dilucidarse de inmediato en los tribunales, para evitar “que salgan a la calle delincuentes en potencia”.
El problema, de momento, es que despiden o solo dejan en situación de disponibilidad al agente, pero si no hay proceso penal, lo más seguro es que éste se vaya a trabajar a empresas de seguridad privadas o siga delinquiendo, pero sin uniforme, opinó Eleonora Muralles, del grupo pro Justicia.
“Se debe generar un ambiente de seguridad, y arrebatarle el control al crimen organizado”, afirmó Villagrán. Para ello insistió también en la urgencia de fortalecer la labor de inteligencia y contrainteligencia de la Policía y de la investigación criminal.
“De nada sirve mandar a un grupo de policías y militares a las calles, si no saben qué es lo que deben hacer, dónde están los delincuentes y cómo capturarlos”, dijo el funcionario.
Además, se deben parar las fugas de datos, que impiden dar con los delincuentes, aseveró. “El crimen está ahí, y se entera de todo. La poca información que se genera está contaminada”, expuso.
Por tal motivo también será necesario depurar la institución —proceso que ya se inició—. “Es mejor tener un agente bueno que cien corruptos”, expuso el director general adjunto de la PNC, Rember Larios, quien asumió el cargo el domingo recién pasado.
La División de Investigaciones Criminales tendrá que ser objeto “de una depuración profunda”, adelantó Larios.
Planificación y capacitación
Otra de las debilidades de la PNC que se intenta subsanar es la falta de estrategias, objetivos y líneas claras de acción, por lo que será necesario crear un manual de procedimientos que deje en claro “qué debe hacer cada uno y qué castigos recibirá si no cumple”, afirmó Larios.
Se proponen abrir una subdirección de planificación, organización y desarrollo que dicte las directrices y tome decisiones de acuerdo con las necesidades de la población.
El viceministro de Seguridad refirió que, más que un incremento de personal, prevén redistribuir a los policías, ya que ahora están “dispersos por todo el país, pero sin fuerza en ningún lugar”. “Habrá que concentrarlos en las zonas críticas”, adelantó.
La capacitación y profesionalización de los agentes es otra medida a la que se quiere dar prioridad para fortalecer a la Policía. “Es necesario que los altos mandos conozcan de forma científica cómo se puede garantizar la seguridad”, enfatizó Villagrán.
El diputado Javier Hernández, presidente de la Comisión legislativa de Defensa, ofreció apoyo para redactar, junto con el Ministerio de Gobernación y la Policía, una propuesta que contenga las reformas legales.
Las nuevas autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) consideran urgente reformar la ley orgánica de esa institución, para depurarla y fortalecerla; uno de los cambios obligaría a que además de destituir a un comisario o agente, por irregularidades, se le consigne a los tribunales.
Arnoldo Villagrán, viceministro de Seguridad, reconoció ayer, durante una reunión en el Congreso, que la Policía es una entidad “débil” y “abandonada”, en la que el crimen organizado ha logrado infiltrarse. Por ello considera urgente reformar su marco normativo, para recuperarla y hacerla eficiente.
Entre los cambios que las nuevas autoridades de la institución policial se proponen está posibilitar que cuando se destituya a un policía, por sospecha de ilícitos, su caso pueda dilucidarse de inmediato en los tribunales, para evitar “que salgan a la calle delincuentes en potencia”.
El problema, de momento, es que despiden o solo dejan en situación de disponibilidad al agente, pero si no hay proceso penal, lo más seguro es que éste se vaya a trabajar a empresas de seguridad privadas o siga delinquiendo, pero sin uniforme, opinó Eleonora Muralles, del grupo pro Justicia.
“Se debe generar un ambiente de seguridad, y arrebatarle el control al crimen organizado”, afirmó Villagrán. Para ello insistió también en la urgencia de fortalecer la labor de inteligencia y contrainteligencia de la Policía y de la investigación criminal.
“De nada sirve mandar a un grupo de policías y militares a las calles, si no saben qué es lo que deben hacer, dónde están los delincuentes y cómo capturarlos”, dijo el funcionario.
Además, se deben parar las fugas de datos, que impiden dar con los delincuentes, aseveró. “El crimen está ahí, y se entera de todo. La poca información que se genera está contaminada”, expuso.
Por tal motivo también será necesario depurar la institución —proceso que ya se inició—. “Es mejor tener un agente bueno que cien corruptos”, expuso el director general adjunto de la PNC, Rember Larios, quien asumió el cargo el domingo recién pasado.
La División de Investigaciones Criminales tendrá que ser objeto “de una depuración profunda”, adelantó Larios.
Planificación y capacitación
Otra de las debilidades de la PNC que se intenta subsanar es la falta de estrategias, objetivos y líneas claras de acción, por lo que será necesario crear un manual de procedimientos que deje en claro “qué debe hacer cada uno y qué castigos recibirá si no cumple”, afirmó Larios.
Se proponen abrir una subdirección de planificación, organización y desarrollo que dicte las directrices y tome decisiones de acuerdo con las necesidades de la población.
El viceministro de Seguridad refirió que, más que un incremento de personal, prevén redistribuir a los policías, ya que ahora están “dispersos por todo el país, pero sin fuerza en ningún lugar”. “Habrá que concentrarlos en las zonas críticas”, adelantó.
La capacitación y profesionalización de los agentes es otra medida a la que se quiere dar prioridad para fortalecer a la Policía. “Es necesario que los altos mandos conozcan de forma científica cómo se puede garantizar la seguridad”, enfatizó Villagrán.
El diputado Javier Hernández, presidente de la Comisión legislativa de Defensa, ofreció apoyo para redactar, junto con el Ministerio de Gobernación y la Policía, una propuesta que contenga las reformas legales.
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