VACACIONES DE SARKOZY EN EEUU LEVANTAN CEJAS

No por primera vez, la elección del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de un destino vacacional en el exterior, ha levantado en casa más de algunas cejas.
En mayo, hizo a un lado la tradicional aversión francesa a las llamativas exhibiciones de lujo con una estadía en el yate de un multimillonario, sólo horas después de ser elegido.
El jueves, el Boston Globe informó que el mandatario, de 52 años, se dirigía a Estados Unidos para unas vacaciones de verano, una elección que muchos ven como símbolo de su deseo por mejorar las relaciones con ese país, severamente dañadas por la invasión a Irak.
El matutino Le Parisien dijo que el presidente y su familia se quedarían en una gran casa de campo en Wolfeboro, en el norte de Boston, que cuesta unos 30.000 dólares por semana de alquiler.
El Palacio Eliseo, en París, declinó mencionar el destino exacto de las vacaciones privadas de Sarkozy, pero confirmó que él y su familia están cerca de Boston.
"El señor y la señora Sarkozy están de vacaciones por invitación de unos amigos, en una casa situada en la rivera de un lago a dos horas conduciendo desde Boston. Ellos fueron allí con su familia en un vuelo regular," señaló un portavoz.
Destacando que Wolfeboro no está lejos de la propiedad costera de la familia del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en Kennebunkport, Maine, el matutino regional L'Alsace sugirió que los dos líderes podrían usar la oportunidad para llegar a conocerse.
"Sería realmente sorprendente que los dos hombres no se beneficien de esto para reunirse," señaló. "¿Se va uno de vacaciones sin decir 'hola' a los conocidos que están a la vuelta de la esquina?."
Le Monde argumentó además que la elección de Sarkozy de su destino vacacional también es significativo.
"(Es) un lugar altamente simbólico para una personas que durante su campaña electoral presidencial fue criticada una y otra vez por su atlanticismo," dijo el periódico, refiriéndose a la oposición a la percepción del proamericanismo de Sarkozy.
Los políticos franceses tienden a enfatizar el hecho de que pasan sus vacaciones en el país, aunque el predecesor de Sarkozy, Jacques Chirac, atrajo críticas en el 2000 por su estadía en un lujoso hotel de Mauricio.