jueves, 8 de mayo de 2008

Álvaro Colom decreta estado de Prevención en el país

Prensa Libre
Largas filas de vehículos esperan poder comprar combustible, en una gasolinera de la 7a. avenida y ruta 2, zona 4, ante el temor de que la capital quede desabastecida de hidrocarburos, por el paro del transporte pesado de carga.


El presidente Álvaro Colom decretó anoche estado de Prevención, para liberar el transporte de combustibles, alimentos y otros productos perecederos, y a fin de permitir la fluidez del tránsito en las carreteras.

Por medio de un mensaje transmitido por los canales de televisión abierta, pasadas las 22 horas, Colom enfatizó que esta semana algunos pilotos del transporte pesado atentaron contra el orden público, al paralizar la circulación del transporte pesado, y que esos hechos no los iba a tolerar. Para ello, dijo, ejercería las potestades que le da la Constitución Política.

Informó que en consejo de ministros decidió decretar el estado de Prevención en todo el territorio nacional, para restablecer el servicio del transporte pesado y la libre locomoción en todas las carreteras.

“He ordenado a los ministerios de Gobernación y Defensa Nacional que liberen el transporte de mercancías, desbloqueen los ingresos a las centrales de generación eléctrica y centros de distribución de combustibles, por medio de métodos y medidas que la ley permita”, informó.

El mandatario agregó: “En estos momentos se están coordinando acciones para garantizar con prioridad normalizar el suministro de oxígeno para el sistema hospitalario, de combustibles a las gasolineras, búnker a las generación eléctrica y del propano, así como la liberación inmediata de los furgones con alimentos”.

Fuentes oficiales refirieron que, en forma paralela, la Policía y el Ejército desplegaron fuerzas en varias partes del país, para controlar la situación.

Dejan cabezales
Wilson Carreto, secretario general del Sindicato de Pilotos de Transporte de Carga de Carretera, criticó anoche la actitud del mandatario, la que calificó de poca voluntad para solucionar el conflicto, al decretar el estado de Prevención.

Sin embargo, declaró que la asamblea de pilotos decidió dejar los cabezales donde están, y retirarse del lugar. “Los pilotos tienen la consigna de no poner resistencia cuando lleguen las fuerzas de seguridad”, agregó.

El líder sindical reiteró que el movimiento de los pilotos es pacífico, y que el Gobierno no tenía derecho a actuar por la fuerza.

Carreto pidió a la Procuraduría de los Derechos Humanos y al cardenal Rodolfo Quezada Toruño su mediación para continuar el diálogo.

Previamente, de las 18 a las 19 horas, líderes de los pilotos se reunieron con funcionarios del Ejecutivo, quienes les dieron un ultimátum para que depusieran el paro a las 20.55 horas. Los sindicalistas pidieron 45 minutos más de tiempo, pero el Gobierno rechazó esa solicitud, por lo que decidieron dar por terminada la medida, aunque se insistió en que el movimiento continúa hasta lograr que la municipalidad capitalina elimine las restricciones de ingreso en la capital.

Escasez
Antes de la medida tomada por el presidente, se podía observar largas filas y desesperación de clientes en gasolineras de la capital y la provincia, que, en su mayoría, reportaba desabastecimiento de combustible.

Durante el día, muchos expendios vendían solo Q100 de gasolina por cliente, pero por la noche era difícil encontrar una gasolinera abierta.

De las seis compañías importadoras de gasolina que tienen operaciones en el mercado guatemalteco, tres informaron que entre 70 y 85 por ciento de sus redes de estaciones de servicio, a escala nacional, no tenían combustibles en sus bombas.

Fausto Velásquez, gerente de ventas de Shell Guatemala, explicó que el 80 por ciento de sus gasolineras en todo el país se había quedado desabastecido, y que solo esperaban que se liberara el paso, para que sus transportes pudieran seguir proveyendo de los carburantes.

Estuardo Arroyo, representante de Texaco, calculó que alrededor del 70 por ciento de sus estaciones estaba sin despachar. Al igual que Velásquez, dijo que en la medida en que se abriera el paso continuarían trabajando. Agregó que durante estos tres días el consumo se triplicó o cuadruplicó.

Enrique Meléndez, vocero de la Asociación Guatemalteca de Expendedores, dijo que a eso de las 14 horas de ayer se consideraba que el 45 por ciento de estaciones de la capital estaba sin combustibles, mientras que algunas más tenían solo gasolina regular, y otras, solo diésel.

La Procuraduría de Derechos Humanos denunció abusos en el occidente del país, donde algunas gasolineras vendieron el galón de combustible por arriba de los Q40

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