Un grupo de deportados responde preguntas a delegados de Migración, en la Fuerza Aérea.
En el aeropuerto La Aurora aterrizaron ayer dos aviones, en los cuales regresaron al país 140 guatemaltecos que permanecían indocumentados en Estados Unidos.
Con ellos suman 25 mil 23 connacionales expulsados de EE. UU. este año, 8.5 por ciento más que el año recién pasado en las mismas fechas.
Uno de los vuelos despegó de San Antonio con 48 personas, y el otro avión llegó proveniente de Houston, con 92 deportados, ambos en el estado de Texas.
Del total de retornados, el 3 por ciento son menores de edad, y el 11 por ciento, mujeres.
Entre los deportados está Diego Pérez Godínez, quien fue detenido en Miami a finales de octubre último.
Pérez laboró como agricultor y albañil durante cuatro años en varios lugares de Estados Unidos, en donde ganaba US$6.50 por hora.
Aunque Pérez no conseguía trabajo todos los días, reunía unos US$200 al mes para enviarlos a su familia, en San Antonio Huista, Huehuetenango.
Como a la mayoría de guatemaltecos, la situación económica precaria en que viven motiva a los migrantes a buscar oportunidades laborales en Estados Unidos.
Sin embargo, algunos de los entrevistados afirmaron que la competencia ya es muy alta y que no siempre se consigue trabajo para costear los gastos (unos US$600 mensuales) y enviarles algo de dinero a sus familias.
El procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, dijo esta semana que la situación de los expulsados no debe ser vista como un problema.
“Debe ser una oportunidad; los migrantes hicieron de Estados Unidos el país que es. Hace falta una política de incorporación de los deportados a la vida útil del país”, comentó.
Entre hoy y el sábado próximo se espera el arribo al país de un vuelo diario con más deportados.
En el aeropuerto La Aurora aterrizaron ayer dos aviones, en los cuales regresaron al país 140 guatemaltecos que permanecían indocumentados en Estados Unidos.
Con ellos suman 25 mil 23 connacionales expulsados de EE. UU. este año, 8.5 por ciento más que el año recién pasado en las mismas fechas.
Uno de los vuelos despegó de San Antonio con 48 personas, y el otro avión llegó proveniente de Houston, con 92 deportados, ambos en el estado de Texas.
Del total de retornados, el 3 por ciento son menores de edad, y el 11 por ciento, mujeres.
Entre los deportados está Diego Pérez Godínez, quien fue detenido en Miami a finales de octubre último.
Pérez laboró como agricultor y albañil durante cuatro años en varios lugares de Estados Unidos, en donde ganaba US$6.50 por hora.
Aunque Pérez no conseguía trabajo todos los días, reunía unos US$200 al mes para enviarlos a su familia, en San Antonio Huista, Huehuetenango.
Como a la mayoría de guatemaltecos, la situación económica precaria en que viven motiva a los migrantes a buscar oportunidades laborales en Estados Unidos.
Sin embargo, algunos de los entrevistados afirmaron que la competencia ya es muy alta y que no siempre se consigue trabajo para costear los gastos (unos US$600 mensuales) y enviarles algo de dinero a sus familias.
El procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, dijo esta semana que la situación de los expulsados no debe ser vista como un problema.
“Debe ser una oportunidad; los migrantes hicieron de Estados Unidos el país que es. Hace falta una política de incorporación de los deportados a la vida útil del país”, comentó.
Entre hoy y el sábado próximo se espera el arribo al país de un vuelo diario con más deportados.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario