Prensa Libre
Los asistentes claman por una patria fraterna y sin violencia.
Más de 10 mil personas se concentraron, desde las 18 horas de ayer hasta las 6 de la mañana de hoy, en el Estadio Nacional Mateo Flores, con el objetivo de orar por la paz y el fin de la violencia que afecta a Guatemala y el continente.
El intenso frío no opacó la actividad, convocada por la Renovación Carismática Católica, ya que miles de fieles se hicieron presentes para clamar por el cese de las extorsiones, asesinatos de mujeres, violaciones, secuestros y otras actividades criminales.
Los alrededores del Estadio estaban llenos de fieles, quienes ingresaron de manera ordenada en el recinto. Las filas parecían interminables.
Las oraciones y cantos se hicieron sentir. Varios grupos de alabanza se organizaron en varios puntos del lugar, en donde cantaron himnos.
Los líderes religiosos dieron muestras de satisfacción por la asistencia masiva de guatemaltecos y extranjeros para pedir por la paz.
El cardenal Rodolfo Quezada Toruño, junto a otros presbíteros, celebró una misa, a partir de las 21 horas.
Entre los sacerdotes que participaron en la eucaristía, estuvo presente Hugo Estrada, párroco de la iglesia Divina Providencia, zona 8.
“Señor, envía tiempos de paz y de misericordia para Guatemala”, fue una de las peticiones que más repitieron los religiosos.
Cuarto de siglo
Se trata de la 25 edición de la Vigilia Centroamericana por la Paz, que como cada año, desde hace un cuarto de siglo, dedica la noche del 31 de octubre y la madrugada del 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, a rezar por la paz de Guatemala, Centroamérica y América Latina, en especial.
La actividad se celebró simultáneamente en todos los países centroamericanos. Además, persigue mantener las tradiciones católicas de la temporada y contrarrestar las celebraciones extranjerizantes.
Buena organización
El programa diseñado para acoger a tal cantidad de personas incluyó seguridad interna y externa, y la colaboración de la Policía Nacional Civil y la Policía de Tránsito.
Unos cuatro mil voluntarios trabajaron para tener todo a punto, y ayudar a acomodar a la enorme cantidad de creyentes que se hizo presente anoche y la madrugada de hoy en el Mateo Flores.
Más de 10 mil personas se concentraron, desde las 18 horas de ayer hasta las 6 de la mañana de hoy, en el Estadio Nacional Mateo Flores, con el objetivo de orar por la paz y el fin de la violencia que afecta a Guatemala y el continente.
El intenso frío no opacó la actividad, convocada por la Renovación Carismática Católica, ya que miles de fieles se hicieron presentes para clamar por el cese de las extorsiones, asesinatos de mujeres, violaciones, secuestros y otras actividades criminales.
Los alrededores del Estadio estaban llenos de fieles, quienes ingresaron de manera ordenada en el recinto. Las filas parecían interminables.
Las oraciones y cantos se hicieron sentir. Varios grupos de alabanza se organizaron en varios puntos del lugar, en donde cantaron himnos.
Los líderes religiosos dieron muestras de satisfacción por la asistencia masiva de guatemaltecos y extranjeros para pedir por la paz.
El cardenal Rodolfo Quezada Toruño, junto a otros presbíteros, celebró una misa, a partir de las 21 horas.
Entre los sacerdotes que participaron en la eucaristía, estuvo presente Hugo Estrada, párroco de la iglesia Divina Providencia, zona 8.
“Señor, envía tiempos de paz y de misericordia para Guatemala”, fue una de las peticiones que más repitieron los religiosos.
Cuarto de siglo
Se trata de la 25 edición de la Vigilia Centroamericana por la Paz, que como cada año, desde hace un cuarto de siglo, dedica la noche del 31 de octubre y la madrugada del 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, a rezar por la paz de Guatemala, Centroamérica y América Latina, en especial.
La actividad se celebró simultáneamente en todos los países centroamericanos. Además, persigue mantener las tradiciones católicas de la temporada y contrarrestar las celebraciones extranjerizantes.
Buena organización
El programa diseñado para acoger a tal cantidad de personas incluyó seguridad interna y externa, y la colaboración de la Policía Nacional Civil y la Policía de Tránsito.
Unos cuatro mil voluntarios trabajaron para tener todo a punto, y ayudar a acomodar a la enorme cantidad de creyentes que se hizo presente anoche y la madrugada de hoy en el Mateo Flores.
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