martes, 31 de julio de 2007

ESTADOS UNIDOS BUSCA REPARAR BALANCE DE PODER DAÑADO POR GUERRA DE IRAK

Las promesas de Estados Unidos de ayuda militar o ventas de armas para potenciar a sus aliados en Oriente Medio frente a Irán y otros enemigos en la región parecen destinadas a reparar un balance de poder, destruido por la invasión a Irak.
El derrocamiento de Saddam Hussein terminó con el rol de Irak como contrapeso para Irán, un papel que había jugado desde la década de 1980 en el sistema de seguridad del Golfo Pérsico que Washington esperaba ayudaría a contener a las potencias rivales.
El suministro de armas a Arabia Saudita y otros países del Golfo Pérsico envía el mensaje de que Washington está comprometido a respaldar a los gobernantes conservadores que había criticado luego de los ataques del 11 de septiembre por acoger a militantes islámicos, dijeron analistas.
"La idea es que la estabilidad puede ser alcanzada con la disuasión," afirma el analista en seguridad con sede en Dubai Mustafa Alani, y agrega que aunque algunos aviones y misiles pueden ayudar a contener el surgimiento del poderío iraní, éstos no pueden estabilizar Irak o controlar a Al Qaeda.
Esta semana, Estados Unidos anunció que ofrecería paquetes valuados en miles de millones de dólares a Arabia Saudita y otros países del Golfo Pérsico. Washington apaciguó a Israel al señalar que aprobaría un aumento en la ayuda militar a 30.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
Egipto recibirá 13.000 millones de dólares, un monto similar a las cifras actuales.
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, quien arribó el martes a El Cairo junto al secretario de Defensa Robert Gates, ha indicado que los planes ayudarán a "potenciar a las fuerzas moderadas y apoyarán una estrategia más amplia para contrarrestar las influencias negativas de Al Qaeda, Hezbollah, Irán y Siria."
Su visión apoya el balance de poder en la política regional, en contraste con posturas previas del presidente estadounidense, George W. Bush, en torno a que Oriente Medio se vería influenciado por la lucha en Irak para alcanzar la democracia.
Incluso hace un año, Rice defendió la negativa de Estados Unidos a exigir la detención temprana de la guerra de Israel contra Hezbollah en el Líbano, bajo el argumento de que el conflicto sólo eran "contracciones por el nacimiento de un nuevo Oriente Medio."
Paul Salem, director del Centro Carnegie de Oriente Medio en Beirut, afirma que la propuesta de acuerdos de ventas de armas con estados árabes confirma que la agenda democrática de Washington está "más que muerta."
Alinear a los estados árabes sunitas e Israel contra la amenaza de una Irán con armas nucleares fue un intento de reparación de daños luego de la pérdida de Irak como un contrapeso ante la república islámica.
Según Salem, en el mejor de los escenarios, el anuncio de acuerdos de ventas de armas podría ser una táctica para mejorar la situación de Washington a las puertas de posibles negociaciones con Irán y Siria.
Funcionarios estadounidenses e iraníes se han reunido en dos oportunidades en Bagdad para sostener inusuales conversaciones sobre cómo estabilizar a Irak.

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