miércoles, 1 de agosto de 2007

FUERTES VÍNCULOS CON NARCO

Todos los contactos de Montaña 3 apuntan a que es un capo de la droga

La estructura del grupo delictivo que mató en Guatemala a tres diputados salvadoreños y su piloto, los contactos que tuvieron con el extranjero, la forma en que fueron ejecutadas las víctimas y los vínculos personales de los acusados indican que el misterioso Montaña 3 es un narcotraficante con contactos más allá del Cartel de Jutiapa.
Según el expertaje de las llamadas telefónicas hechas por los 10 señalados de haber participado en el crimen contra los parlamentarios, quien dirigió la operación fue un oscuro personaje apodado Montaña 3 por el grupo.
De acuerdo con los investigadores, ese término es utilizado entre los integrantes del crimen organizado para evitar ser identificados.
Ninguno de los detenidos, por más que se les ha preguntado, ha revelado la identidad de Montaña 3, y en sus agendas telefónicas nunca lo identificaron por su nombre, incluso a veces sólo aparece como M3.
Montaña 3, quien supuestamente es parte de una estructura del narcotráfico, llamó al diputado Manuel Castillo el día del asesinato de los parlamentarios salvadoreños, a primera hora de la mañana, a su teléfono personal, el mismo que le había asignado el Congreso.
Castillo ha sido señalado públicamente de ser el jefe del Cartel de Jutiapa y de ser el responsable de amenazas de muerte contra los candidatos opositores a la alcaldía de ese municipio. Además, la Embajada de EE.UU. le retiró la visa en 2006, y la UNE lo expulsó de sus filas por haber evidenciado sus vínculos con el crimen organizado. Castillo se comunicó 61 veces en tres meses con Montaña 3.


Castillo y Orellana Donis

Carlos Orellana Donis, Chejaso, detenido por el asesinato de los parlamentarios, ha sido señalado por sus vecinos y por las autoridades de ser traficante de droga. Antes de ser capturado se transportaba en vehículos último modelo, acompañado de varios guardaespaldas y fuertemente armado.
Aunque Chejaso aseguró ayer en los tribunales que sólo conocía a Castillo de vista, se comunicó 15 veces con él por teléfono antes y después del crimen.
A su vez Chejaso le compró a la familia de Jorge Mario Paredes, el Gordo, que en estos momentos tiene orden internacional de captura emitida por EE.UU., acusado de tráfico de drogas, el vehículo en el que se desplazaron hasta la finca donde fueron asesinados los diputados.
El Gordo es uno de los socios de Otto Herrera García, capo de la droga guatemalteco detenido en Colombia en junio de este año por tráfico de estupefacientes y lavado de dinero.
En el análisis telefónico aparece también un segundo personaje sin identificar apodado Montaña 1, que por la jerarquía de los nombres podría tratarse del jefe de la organización. Aunque Montaña 1 no tuvo contacto con los acusados del crimen, sí habló 67 veces con Montaña 3 durante los tres primeros meses del año.
¿Existe un Montaña 2? Los investigadores creen que sí, pero de momento no hay ningún despliegue telefónico en el que aparezca.

Línea directa con El Salvador

La comunicación entre el supuesto narcotraficante M3 con El Salvador era bastante fluida. Llamó 46 veces a dos números de telefonía celular cuyos propietarios aún son desconocidos (72194141 y 72537579). El director de la Policía de El Salvador, Rodrigo Ávila, se comprometió a enviar la información a la fiscalía guatemalteca en cuanto la tenga.
Más reveladoras son las llamadas que Castillo hizo a El Salvador. Una semana después del asesinato se comunicó tres veces con el ex diputado del Partido de Acción Nacional Horacio Ríos.
Ríos aseguró que conoce a Castillo desde hace más de ocho años, por haber coincidido en varios jaripeos. Pero casualmente también era íntimo amigo del parlamentario salvadoreño William Pichinte, víctima y dueño del vehículo en el que se transportaban las víctimas el día del crimen.
Asimismo tuvo negocios y fue compañero de bancada de William Eliú Martínez, detenido en EE. UU. por tráfico de drogas y socio salvadoreño de Otto Herrera.
El diputado jutiapaneco también se comunicó con la salvadoreña Ana de Calderón, quien afirmó al Diario de Hoy de El Salvador que el contacto se debió a que Castillo quería contratar a su hijo, el cantante de música ranchera Víctor Enmanuel Calderón, para que actuara en un jaripeo.
Según este diario, otros dos de los números con los que se comunicó Castillo pertenecen a los salvadoreños Remberto Morales y Alexánder Zepeda.
Pero quienes podrían revelar la identidad de Montaña 3, además de Manuel Castillo Medrano, son los tres detenidos con los que tuvo comunicación telefónica: Mario Javier Lemus Escobar, Yegua Arisca; Obdulio Estuardo Waldemar, el Gato, y Vanner Adílcar Morales. De momento han preferido callar.
Pocos son ya los que dudan de que el móvil del asesinato de los tres diputados del Parlamento Centroamericano y su piloto, el 19 de febrero de 2007, fue el robo de un cargamento de droga que provenía de El Salvador y que tenía como destino un cartel de Guatemala.

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