Prensa Libre
La canasta pasó de costar Q1 mil 633.75 en octubre del 2007, a Q1 mil 960.71 en el mismo mes del 2008.
El costo de adquirir el mínimo de alimentos que una familia de cinco personas necesita para subsistir se incrementó 20 por ciento en un año, y más de seis millones de personas no tienen el poder adquisitivo.
“Todo está muy caro, a veces no tenemos ni frijol, las ventas también han bajado, y ahora tenemos que gritar más para vender”, comentó María Sofía de Hernández, vendedora de verdura en la entrada del mercado central.
Esa percepción es correcta, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya que el informe de inflación a octubre recién pasado, presentado ayer, revela que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que integra el mínimo de alimentos, subió Q326.96 en 12 meses, cifra que equivale al 20 por ciento.
La canasta pasó de costar Q1 mil 633.75 en octubre del 2007, a Q1 mil 960.71 en el mismo mes del 2008.
Según el informe estadístico, cada integrante de una familia de cinco personas (sin distinción de edad) debería gastar, por lo menos, Q65.36 diarios para poder alimentarse.
En Guatemala, en un año, una familia que vive en extrema pobreza gasta Q1 mil 911 en alimentos, alrededor de Q5.23 diarios, y por lo menos el 15 por ciento de la población (más de 1.6 millones de personas) viven en esa condición, según la encuesta de condiciones de vida del INE (Encovi), efectuada en el 2006.
Las personas que viven en pobreza, que no es extrema, pueden gastar Q6.59 diarios en alimentos (más de 4.6 millones de guatemaltecos), según el mismo estudio.
Esto implica que el 51 por ciento de la población (más de 6.6 millones de personas) no tienen dinero para optar a una Canasta Básica Alimentaria.
Salario no alcanza
De igual manera, el salario mínimo no es consuelo, ya que en la actualidad la Ley establece un mínimo de Q47 diarios, para actividades agrícolas; Q47.75 por día, para un trabajador de maquila o Q48.50, para actividades no agrícolas.
En ninguno de los tres casos alcanza para que una persona pueda obtener el mínimo alimentario para ella sola, y menos para una familia.
Durante este año, la discusión del salario mínimo no ha sido prioridad, ya que el Ministerio de Trabajo aún no ha convocado a la Comisión Nacional del Salario.
El sector de trabajadores propuso, el 11 de septiembre pasado, aumentar el salario mínimo diario a Q114.08, lo que significaría un incremento del 142 por ciento, al que se paga en la actualidad.
El sector empleador propone crear una política de empleo por productividad, donde quien más trabaja, más gana.
Ambos sectores han manifestado buena voluntad, aunque coinciden en que no habrá consenso, y la decisión quedaría en manos del presidente.
Sube la inflación
“Todo se compra más caro, y también se debe subir el precio”, comentó Yolanda Zúñiga, vendedora en un comedor del mercado central.
El costo de vida a octubre (medido en 12 meses) también se ha incrementado, y pasó de 12.75 por ciento, en septiembre, a 12.93 en octubre, según reveló ayer el INE.
Los productos que más registraron alza fueron la cebolla, que tuvo un incremento de 17.55 por ciento en un mes; el güisquil, 9.56 por ciento; otras hortalizas y verduras, 6.95 por ciento.
Luis Arroyo, director del Índice de Precios al Consumidor del INE, comentó que las lluvias del mes pasado dañaron algunos cultivos, y que el resultado es la escasez y, por consiguiente, el alza en los precios de productos como el maíz blanco.
Contingentes sin impacto
La leche en polvo subió Q0.14 de septiembre a octubre 2008; el arroz de segunda, Q0.03; mientras que el pollo con menudos disminuyó Q0.06, a pesar de que, según el ministro de Economía, Rómulo Caballeros, ya ingresó al país el 90 por ciento de los contingentes abiertos con el fin de que los precios disminuyan.
El 3 de noviembre pasado, el funcionario explicó que la entrada de dichos productos había sido un factor para la desaceleración del costo de la vida.
Para Lisardo Bolaños, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, es necesario analizar la eficacia de los contingentes y el impacto real en los precios.
El 8 de julio pasado se publicó la autorización de importar 120 mil 500 toneladas métricas (TM) de alimentos con cero impuestos (arancel).
Para el pollo, se autorizó la importación de siete mil TM; de leche en polvo, mil 500 TM; maíz amarillo, el de mayor cantidad, con 88 mil TM; de arroz partido se abrieron 14 mil TM; para harina de trigo se autorizaron 10 mil TM.
El costo de adquirir el mínimo de alimentos que una familia de cinco personas necesita para subsistir se incrementó 20 por ciento en un año, y más de seis millones de personas no tienen el poder adquisitivo.
“Todo está muy caro, a veces no tenemos ni frijol, las ventas también han bajado, y ahora tenemos que gritar más para vender”, comentó María Sofía de Hernández, vendedora de verdura en la entrada del mercado central.
Esa percepción es correcta, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya que el informe de inflación a octubre recién pasado, presentado ayer, revela que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que integra el mínimo de alimentos, subió Q326.96 en 12 meses, cifra que equivale al 20 por ciento.
La canasta pasó de costar Q1 mil 633.75 en octubre del 2007, a Q1 mil 960.71 en el mismo mes del 2008.
Según el informe estadístico, cada integrante de una familia de cinco personas (sin distinción de edad) debería gastar, por lo menos, Q65.36 diarios para poder alimentarse.
En Guatemala, en un año, una familia que vive en extrema pobreza gasta Q1 mil 911 en alimentos, alrededor de Q5.23 diarios, y por lo menos el 15 por ciento de la población (más de 1.6 millones de personas) viven en esa condición, según la encuesta de condiciones de vida del INE (Encovi), efectuada en el 2006.
Las personas que viven en pobreza, que no es extrema, pueden gastar Q6.59 diarios en alimentos (más de 4.6 millones de guatemaltecos), según el mismo estudio.
Esto implica que el 51 por ciento de la población (más de 6.6 millones de personas) no tienen dinero para optar a una Canasta Básica Alimentaria.
Salario no alcanza
De igual manera, el salario mínimo no es consuelo, ya que en la actualidad la Ley establece un mínimo de Q47 diarios, para actividades agrícolas; Q47.75 por día, para un trabajador de maquila o Q48.50, para actividades no agrícolas.
En ninguno de los tres casos alcanza para que una persona pueda obtener el mínimo alimentario para ella sola, y menos para una familia.
Durante este año, la discusión del salario mínimo no ha sido prioridad, ya que el Ministerio de Trabajo aún no ha convocado a la Comisión Nacional del Salario.
El sector de trabajadores propuso, el 11 de septiembre pasado, aumentar el salario mínimo diario a Q114.08, lo que significaría un incremento del 142 por ciento, al que se paga en la actualidad.
El sector empleador propone crear una política de empleo por productividad, donde quien más trabaja, más gana.
Ambos sectores han manifestado buena voluntad, aunque coinciden en que no habrá consenso, y la decisión quedaría en manos del presidente.
Sube la inflación
“Todo se compra más caro, y también se debe subir el precio”, comentó Yolanda Zúñiga, vendedora en un comedor del mercado central.
El costo de vida a octubre (medido en 12 meses) también se ha incrementado, y pasó de 12.75 por ciento, en septiembre, a 12.93 en octubre, según reveló ayer el INE.
Los productos que más registraron alza fueron la cebolla, que tuvo un incremento de 17.55 por ciento en un mes; el güisquil, 9.56 por ciento; otras hortalizas y verduras, 6.95 por ciento.
Luis Arroyo, director del Índice de Precios al Consumidor del INE, comentó que las lluvias del mes pasado dañaron algunos cultivos, y que el resultado es la escasez y, por consiguiente, el alza en los precios de productos como el maíz blanco.
Contingentes sin impacto
La leche en polvo subió Q0.14 de septiembre a octubre 2008; el arroz de segunda, Q0.03; mientras que el pollo con menudos disminuyó Q0.06, a pesar de que, según el ministro de Economía, Rómulo Caballeros, ya ingresó al país el 90 por ciento de los contingentes abiertos con el fin de que los precios disminuyan.
El 3 de noviembre pasado, el funcionario explicó que la entrada de dichos productos había sido un factor para la desaceleración del costo de la vida.
Para Lisardo Bolaños, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, es necesario analizar la eficacia de los contingentes y el impacto real en los precios.
El 8 de julio pasado se publicó la autorización de importar 120 mil 500 toneladas métricas (TM) de alimentos con cero impuestos (arancel).
Para el pollo, se autorizó la importación de siete mil TM; de leche en polvo, mil 500 TM; maíz amarillo, el de mayor cantidad, con 88 mil TM; de arroz partido se abrieron 14 mil TM; para harina de trigo se autorizaron 10 mil TM.
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