sábado, 8 de noviembre de 2008

INDE está dispuesto a impulsar Xalalá


Prensa Libre

Xalalá sería la segunda hidroeléctrica más grande del país, después de Chixoy.

El Instituto Nacional de Electrificación (INDE) tiene entre sus planes seguir impulsando la construcción de la hidroeléctrica Xalalá; sin embargo, se enfocará en buscar otros modelos financieros, sin necesidad de llegar a una licitación.

La licitación de la Hidroeléctrica Xalalá se declaró desierta el jueves recién pasado, al no haberse recibido ofertas.

Alberto Cohen, presidente del INDE, y el viceministro de Energía Eléctrica, Romeo Rodríguez, dijeron que se retomará el análisis de las diferentes modalidades para lograr la construcción del proyecto.

Con dicho plan se busca generar 181 megavatios, con una inversión estimada de entre US$350 a US$450 millones.

Cohen afirmó que la tendencia es buscar el financiamiento de bancos de desarrollo, o tomar el modelo que se usa en México, el cual consiste en un contrato con empresas constructoras privadas.

En el primer modelo, estos financiarían el proyecto y se encargarían de la contratación de la empresa constructora.

El funcionario explicó que el INDE operaría la hidroeléctrica y, mediante un convenio, tendría que pagarle al banco de desarrollo por la energía que consuma mensualmente, mismo pago que también servirá para saldar la deuda del proyecto.

Al finalizar el pago por el monto establecido, la hidroeléctrica pasaría a manos del INDE.

“El banco se compromete a desarrollar ese proyecto de forma conjunta. La entidad bancaria construye, pero el INDE no es deudor. El banco hace la inversión y cobra el valor de la energía”, refirió Cohen, al tratar de explicar el modelo.

Agregó que se sostienen pláticas con el Banco Centroamericano de Integración Económica, además de otras entidades que también lo impulsan como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

En este esquema, el INDE podría ser dueño del proyecto en unos seis años, afirmó el presidente de esa entidad, a diferencia de la licitación que establecía un plazo de 30 años.

A consideración del viceministro Rodríguez, este esquema es funcional para el país y las finanzas del INDE.

El otro modelo, que utiliza México, y que analiza Guatemala; el trato se hace directamente con la constructora, pero en las mismas condiciones que el anterior.

El funcionario agregó: “México cotiza la construcción, y el inversionista o empresa constructora es el que asume el riesgo y cobra la construcción con la energía generada”.

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