BBC Mundo
Los tres extremistas islámicos que fueron sentenciados a muerte por los atentados de 2002 en la zona turística de Bali, fueron ejecutados este sábado en Indonesia.
En los atentados murieron 202 personas.
Ali Ghufron, Amrozi Nurhasyim e Imam Samudra fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento, informaron sus abogados.
En el proceso judicial, se los encontró culpables de planear los ataques que tuvieron como objetivo una serie de discotecas en la localidad de Kuta en Bali.
La mayoría de las personas que murieron en los atentados eran extranjeros, muchos de ellos australianos.
Los abogados de los tres militantes habían apelado sus sentencias sin éxito.
La corresponsal de la BBC en Indonesia, Lucy Williamson, señaló que muchas personas en ese país sentían que los tres hombres debieron haber sido ejecutados mucho antes.
Williamson agregó que algunos militantes radicales se han trasladado a las aldeas de donde son originarios Ghufron, Nurhasyim y Samudra para manifestar respeto a sus familiares.
Planificación
De acuerdo con Roger Hardy de la BBC, los atentados fueron planificados por el principal grupo radical en el sudeste asiático, Jeemah Islamiyah, organización a la que muchos vinculan con la red Al-Qaeda.
Durante el proceso judicial el principal acusado fue Ali Gufron, mejor conocido como Muklas.
El hombre que compró una camioneta blanca y los químicos para las explosiones fue su hermano Amrozi, mientras que el que seleccionó los objetivos de los ataques y supervisó la elaboración de los explosivos fue Iman Samudra.
Hardy indicó que los tres crecieron en familias que seguían la estricta escuela Wahhabi del Islam.
Todos tuvieron contacto con predicadores radicals como Abu Bark Bashir, uno de los fundadores de Jeemah Islamiyah.
Fue en un campo de entrenamiento en Afaganistán donde Muklas y Samudra aprendieron técnicas militares.
La célula que llevó a cabo los atentados en Bali fue rápidamente desmantelada sin embargo, una débil y fragmentada Jeemah Islamiyah aún es considerada por muchos expertos como una continua amenaza, concluyó Hardy.
Los tres extremistas islámicos que fueron sentenciados a muerte por los atentados de 2002 en la zona turística de Bali, fueron ejecutados este sábado en Indonesia.
En los atentados murieron 202 personas.
Ali Ghufron, Amrozi Nurhasyim e Imam Samudra fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento, informaron sus abogados.
En el proceso judicial, se los encontró culpables de planear los ataques que tuvieron como objetivo una serie de discotecas en la localidad de Kuta en Bali.
La mayoría de las personas que murieron en los atentados eran extranjeros, muchos de ellos australianos.
Los abogados de los tres militantes habían apelado sus sentencias sin éxito.
La corresponsal de la BBC en Indonesia, Lucy Williamson, señaló que muchas personas en ese país sentían que los tres hombres debieron haber sido ejecutados mucho antes.
Williamson agregó que algunos militantes radicales se han trasladado a las aldeas de donde son originarios Ghufron, Nurhasyim y Samudra para manifestar respeto a sus familiares.
Planificación
De acuerdo con Roger Hardy de la BBC, los atentados fueron planificados por el principal grupo radical en el sudeste asiático, Jeemah Islamiyah, organización a la que muchos vinculan con la red Al-Qaeda.
Durante el proceso judicial el principal acusado fue Ali Gufron, mejor conocido como Muklas.
El hombre que compró una camioneta blanca y los químicos para las explosiones fue su hermano Amrozi, mientras que el que seleccionó los objetivos de los ataques y supervisó la elaboración de los explosivos fue Iman Samudra.
Hardy indicó que los tres crecieron en familias que seguían la estricta escuela Wahhabi del Islam.
Todos tuvieron contacto con predicadores radicals como Abu Bark Bashir, uno de los fundadores de Jeemah Islamiyah.
Fue en un campo de entrenamiento en Afaganistán donde Muklas y Samudra aprendieron técnicas militares.
La célula que llevó a cabo los atentados en Bali fue rápidamente desmantelada sin embargo, una débil y fragmentada Jeemah Islamiyah aún es considerada por muchos expertos como una continua amenaza, concluyó Hardy.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario