lunes, 30 de julio de 2007

CON DISPAROS AL AIRE

Iraquíes celebran triunfo fútbol

Miles de extasiados iraquíes lloraron el domingo de alegría y dispararon tiros al aire tras la victoria de su equipo de fútbol en la Copa de Asia que desencadenó las mayores celebraciones callejeras desde la caída de Saddam Hussein.
La policía de Bagdad y Kut informó que al menos siete personas murieron y más de 50 resultaron heridas al ser alcanzadas por balas perdidas, luego de que algunos hinchas salieron a las calles con sus armas en una ola de euforia sin precedentes en cuatro años de conflicto.
A diferencia del miércoles pasado, cuando atacantes suicidas causaron la muerte a 50 personas luego de que la selección iraquí pasó a la final de la Copa de Asia, no hubo reportes de grandes ataques con bomba que tuvieran como blanco a los hinchas.
"El dolor se ha ido," dijo a Reuters el Ministro de Deportes, Jassim Mohammed Jaffar, después de que Irak derrotó por 1-0 a Arabia Saudita en Yakarta.
"Juro que son héroes. Este es un momento de orgullo para todos los iraquíes," dijo un hincha en el distrito capitalino de Karrada.
Las autoridades impusieron un toque de queda de vehículos y las fuerzas de seguridad se encontraban en alerta. Los miembros del equipo iraquí llevaron cintas negras en sus brazos en señal de luto en memoria de las víctimas fatales tras los ataques del miércoles.
El brigadier general Qassim Moussawi, el principal portavoz en Bagdad del Ejército iraquí, sostuvo que poco después del partido las fuerzas de seguridad mataron a un supuesto insurgente y desbarataron un coche bomba en el distrito de Saidiya, en el sur de Bagdad.
Seis personas murieron cuando rondas de mortero alcanzaron una casa en Balad, 80 kilómetros (50 millas) el norte de Bagdad, dijo la policía.
Las espontáneas celebraciones comenzaron en Bagdad, una ciudad mixta religiosamente, así como en Basora y en la ciudad sagrada chiíta de Najaf.
Los hinchas lloraban y bailaban en las calles, ondeando sus camisetas y abrazándose.
Soldados con sus rifles colgados al hombro bailaron con los civiles en Bagdad, mientras los niños, con sus rostros pintados con los colores de la bandera iraquí, mostraban fotografías de sus héroes.


REPRESENTACION DE LA SOCIEDAD


Aunque muchos elogiaron a los chiítas, el equipo fue liderado por un turcomano sunita oriundo de Kirkuk, Younis Mahmoud, y también contaba con jugadores árabes sunitas y kurdos en una amplia representación de la sociedad iraquí.
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, quien vio el partido en una silla dorada en su oficina, rápidamente emitió un comunicado elogiando la victoria de la selección.
Maliki ofrecerá una recepción para los jugadores a su regreso a Irak, dijeron funcionarios
.

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