lunes, 30 de julio de 2007

RELACIONAN A DIPUTADO CON ACUSADOS DE DAR MUERTE A TRES PARLAMENTARIOS

Informe revela llamadas entre Manuel Castillo y agentes asesinados en El Boquerón

El cruce de las 307 llamadas telefónicas hechas por los acusados del asesinato de los parlamentarios salvadoreños y su piloto, revela que el ex diputado de la UNE Manuel Castillo tuvo comunicación con ellos y que, a su vez, él y los integrantes de la banda de Jalpatagua se reportaron a ocho teléfonos de El Salvador, antes y después del crimen.

Desde el inicio, la principal hipótesis era que el narcotráfico había ordenado el secuestro y asesinato de los tres diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano y su piloto. La información de que la orden había venido de Jutiapa empezó a confirmarse con la detención de los cinco integrantes de la banda de Jalpatagua.

Pero la incógnita de quién era el autor intelectual del crimen seguía en el aire, hasta que se terminó el análisis de los registros telefónicos de los 10 acusados del crimen, al cual Prensa Libre tuvo acceso y que señaló directamente a Manuel Castillo, diputado independiente por Jutiapa, quien en el 2006 fue expulsado de la UNE por supuestos vínculos con el narcotráfico.

Una persona, que no ha podido ser identificada por los investigadores, pero que respondía al número de teléfono 55276421, fue quien dirigió la operación e intermedió por Castillo con el grupo de Jalpatagua.
Montaña 3, como se le ha denominado en la jerga policial, llamó a Castillo el 19 de febrero del 2007, día del crimen, unas horas antes de que las víctimas fueran secuestradas frente al centro comercial La Pradera, zona 10. El período de planificación analizado va desde las 5:30 a las 10:56 horas, la antesala del rapto.

Después de haber recibido el beneplácito de Castillo para lo que iban a hacer, Montaña 3 llamó a Mario Javier Lemus, alias Yegua Arisca, quien aparentemente es el que tomó las decisiones operativas.
A su vez, Yegua Arisca habló con el policía Jeiner Barillas, cuya llamada, según los especialistas, demuestra el contacto entre el grupo de agentes y la banda de Jalapatagua.

Barillas dio las instrucciones a Carlos Orellana Aroche, que se encontraba con el resto de policías que llevarían a cabo el secuestro de los parlamentarios, y a Marvin Contreras Natareno, quien llegaría más tarde a la gasolinera para unirse a la banda de Jalapatagua y comprar el combustible para quemar el vehículo de las víctimas.
Después se sucedieron una serie de llamadas entre los policías implicados en el asesinato, supuestamente para ponerse de acuerdo.

En la fase en que se llevó a cabo el plagio, el interrogatorio y el desmantelamiento del vehículo de las víctimas, en la finca La Parga, en Santa Elena Barillas (de las 10:56 a las 13:34 horas), la secuencia de las llamadas es similar.
Montaña 3 siguió dándole instrucciones a Yegua Arisca, quien se las transmitió a los policías Jeiner Barillas y Orellana Aroche.

Se debe tener en cuenta que en esta fase no se comunicó telefónicamente con nadie más de los jutiapanecos, porque se conducía con ellos en el vehículo BMW, que días después del crimen fue incautado en la vivienda de Carlos Orellana Donis, Chejazo.
Contreras Natareno fue el policía que llamó más veces, en este período, a Orellana Aroche y Luis Herrera, ya que era el único que estaba solo, y necesitaba coordinar la segunda parte del plan.

En la última fase analizada, es decir cuando las víctimas fueron llevadas a la finca El Jocotillo, donde fueron ejecutadas (de las 13.34 a las 19.24 horas), Montaña 3 volvió a llamar a Yegua Arisca y a Obdulio Estuardo de León Lemus, el Gato, para indicarles cómo terminar con el asunto.
Yegua Arisca se comunicó a su vez con el Gato, Vanner Adílcar Morales y Barillas, para continuar con la cadena de mando. Se supone que estas comunicaciones se debieron a que estaban coordinando la compra del combustible.

El Gato habló también con Montaña 3 y Chejaso. En este caso la comunicación podría haberse dado para informar a los “jefes” de la conclusión de la operación y del asesinato de los parlamentarios.
Orellana Aroche volvió a llamar a varios de los policías para coordinar la quema del vehículo y a Contreras Natareno para que comprara el combustible y llegara a El Jocotillo.

Jeiner, que mantenía la política de sólo comunicarse con Contreras Natareno y Orellana Aroche, les avisó que él también iba a llegar a la gasolinera.
A pesar de que en un principio se dijo que Luis Herrera era el jefe del grupo de policías, debido a que ya ejercía este papel dentro de la División de Investigación Criminal (Dinc) de la PNC, en realidad su contactos son muy limitados y más bien parece que siguió órdenes. Su comunicación empezó a las 10:32 horas, porque antes se encontraba reunido con los jefes de sección de la Dinc, como lo hacía cada lunes.
Al hacer un análisis global de las llamadas telefónicas desde el 1 de enero al 31 de marzo (3 mil 450 conexiones), se estableció que Montaña 3 se comunicó 61 veces con Manuel Castillo.

Chejazo llamó 123 a El Gato; 15, a Manuel Castillo, y 46, a Yegua Arisca. Este último se comunicó 253 con el Gato, 107 con Vanner Adílcar Morales, seis con Orellana Aroche y 60 con Jeiner Barillas. A su vez, Jeiner habló con Orellana Aroche 37 veces, y 18, con Contreras Natareno.
El análisis del récord de llamadas no tiene otro propósito que demostrar que existe un claro vínculo entre todos los implicados, antes y después del crimen.
Las veces que se comunicaron entre sí los implicados el 19 de febrero fueron considerablemente más que en días previos y posteriores.

Los números de teléfono fueron vinculados con los acusados por las declaraciones dadas por los propios implicados, las agendas incautadas en los allanamientos llevados a cabo en sus viviendas y los datos ofrecidos por confidentes de la Policía.
Consultado Víctor Rivera, asesor en investigación del Ministerio de Gobernación, confirmó la existencia del expertaje de llamadas y aseguró que éste ya está en manos del Ministerio Público.
“El objetivo del análisis que hizo la Fuerza de Tarea del ministerio es que sirva como prueba ante el tribunal, pero también se lo entregamos al jefe del FBI para toda Centroamérica”, afirmó el investigador.
El informe del registro telefónico incluye también un análisis de los videos de Emetra, McDonald’s de la zona 10 y la gasolinera Texaco del kilómetro 25 de la ruta a El Salvador.
A las 11:05.25 horas, el video de McDonald’s registró la interceptación del vehículo de los diputados por parte de los policías.
La grabación de Emetra registró a las 11:06.47 horas a la camioneta de los parlamentarios.
Trece segundos más tarde pasa el auto Sedan de la PNC en el que se conducían Luis Herrera, Korki López, Marvin Escobar, José Adolfo Gutiérrez y Orellana Aroche. En ese momento la comunicación entre los policías y la banda de Jalpatagua era abundante.
La cámara 1 de la gasolinera captó, a las 11:40.12 horas, a un Toyota Yaris de matrícula salvadoreña. La cámara 2 grabó, a las 11:43, el vehículo del que descendió Contreras Natareno, hablando por el celular.
La cámara 3 volvió a registrar a Natareno dentro del Star Mart en el momento en que hablaba con Jeiner Barillas y Luis Herrera. La 4 y la 5 grabaron, a las 11:59.29, la camioneta BMW en que se desplazaban los jutiapanecos. A la tienda entraron, también a las 12 horas, Yegua Arisca, el Gato y Vanner Adílcar Morales.
Una hora y media después volvieron a ser grabados en la misma gasolinera comprando el combustible y retirándose hacia el suroriente (entre las 13:44.34 y las 13:46.47).
La coincidencia entre los tiempos en que se cometió el crimen, las llamadas telefónicas y la ubicación de los implicados es determinante para probar la culpabilidad en el asesinato de los diputados Eduardo D’Aubuisson, William Pichinte, José Ramón González y el piloto Gerardo Napoleón Ramírez. Lo que también ha quedado reflejado es que no existió equivocación alguna.

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