martes, 14 de agosto de 2007

PLÁSTICA HOMENAJE A FRIDA KHALO

En esta muestra podemos ver los productos más pobres de lo que puede ser una mala pintura

Es hacia 1921 que en México se inicia un profundo proceso de cambio. Es el deseo de todo un pueblo que trata de salir de un estado semi colonial, y reconquistar no solo su independencia económica sino la política y la social. Se trata de resurgir sobre todo tomando muy en cuenta al arte.

La recia personalidad del pueblo mexicano como contrapartida por varios años continúo realizando manifestaciones plásticas que continuaban ofreciendo ese carácter semi colonial y subalterno. Puede decirse que cuando surge el muralismo mexicano en 1922, coincidiendo con la revolución de este país, se realizan importantes renovaciones en el arte.

En medio de este panorama en donde el muralismo triunfa, surge del centro de la misma una pintora, dura, cortante, pero absolutamente original. Y es a esta artista a la que algunos pintores nuestros rinden homenaje a través de esta exposición.

Aparte de unas honrosas excepciones este conjunto es sumamente pobre, pobre en conceptos, técnica, originalidad, calidad plástica e interpretación nula. En esta muestra podemos ver los productos más pobres de lo que puede ser una mala pintura. Ni para adornar almanaques exfoliadores podrían ser útiles. Aquí podemos ver cuadros que solo surgirían en espacios en donde el mal gusto campea.

La vida de Frida Khalo contiene los elementos de muchas vidas, es profunda y compleja. Querer penetrar en este mundo requiere conocer su obra y su vida, no solo intuirla a través de las paginas de la revisa Vanidades.

En esta muestra no sólo no se intuye la fuerza de la obra de esta pintora, sino a través de estas pobres interpretaciones simplemente la niegan, no la anula puesto que Frida Khalo está a años luz de estas banales pinturas, que se quedaron en el umbral de la obra de esta artista. No se trató de honrar su pintura, no se hizo ningún esfuerzo, simplemente se copió y mal.

Hay dos naturalezas muertas que utilizaron el mismo modelo. Lo que más abunda son los retratos de la pintora, pero al interpretar un rostro tan fuera de serie se requiere, como en todo acto artístico, poseer una inteligencia creadora, sin esto el resultado tiene el título de mediocridad. Una de las obras de esta pintora, la única que algunos especialistas consideran verdaderamente surrealista es Lo que el agua me dejó.

La interpretación de esta magnifica obra es lastimosa, en el infantil descuido de la interpretación ¿Qué objeto no se encuentra en esta bañera y fuera de ella? El tema de Frida en su conjunto se prestaba para múltiples y originales interpretaciones. Pero privó la facilidad y la infantil ambición de ver su obra expuesta.


Desde que a Frida Khalo la atrapó la globalización y el lucro para explotar la original belleza de su rostro la transformaron en un icono banal, se desvirtuó su fisonomía y se escarbó en su vida privada. Espero que las modas pasen y se ponga esta artista de nuevo en su lugar. La característica de esta exposición probablemente tiene su origen casi en una torpeza aldeana.


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